Antes de que mi alma me hablara, en mi corazon el amor era como una delgada cuerda ajustada entre dos clavijas. Pero ahora el amor se ha transformado en un halo cuyo comienzo es su final y cuyo final es su comienzo. Rodea a todos los seres y se difunde lentamente hasta abrazar todo lo que existe.
Mi alma me advirtio y me hizo percibir la belleza oculta de la piel, la forma y el matiz. Me enseño a meditar sobre lo que la gente llama feo hasta que aparece su verdadero encanto y deleite.
Antes de que mi alma me aconsejara, para mi la belleza era una antorcha temblorosa entre columnas de humo. Ahora que se desvanecio el humo no veo sino la llama.
Mí alma me hablo y me hizo oir voces que no pronuncian la lengua, la laringe ni los labios.
Antes de que mi alma me hablara yo no oia mas que gritos y gemidos. Pero ahora, ansiosamente, puedo oir el silencio y escucho sus coros cantando los himnos de los tiempos y los canticos del firmamento, que anuncian los secretos de lo oculto.
Mi alma me hablo y me dijo: “No midas el tiempo diciendo: Hubo un ayer y habra un mañana.”
Antes de que mi alma me hablara creia que el pasado era una epoca que nunca volveria y que el futuro nunca podia ser alcanzado.
Ahora me doy cuenta de que el presente contiene a todo tiempo y que en el se encuentra todo lo que puede esperarse, todo lo realizado y todo lo cumplido.
Mi alma me hablo exhortandome a no limitar el espacio diciendo: “Aqui, alli, alla.”
Antes de que mi alma me hablara yo sentia que por cualquier parte que caminaba estaba lejos de todo otro espacio.
Ahora comprendo que en cualquier lugar que este se encuentran todos los lugares y que la distancia que camino abarca todas las distancias.
Mi alma me hablo y dijo: “No te alegres con el elogio y no te angusties con el reproche.”
Antes de que mi alma me aconsejara yo dudaba del merito de mi trabajo.
Ahora me doy cuenta de que los arboles florecen en primavera y dan sus frutos en verano sin esperar elogio, y dejan caer sus hojas en otoño y quedan desnudos en invierno sin temor al reproche.
Mi alma me hablo y me hizo ver que no soy mas que el enano ni menos que el gigante.
Antes de que mi alma me hablara yo veia a la humanidad dividida en dos clases de hombres: una debil, de la que me compadecia, y una fuerte, a la que seguia o resistia desafiante.
Pero ahora aprendi que soy como ambos y estoy hecho de los mismos elementos. Mi origen es su origen, mi conciencia es su conciencia, mi pretension su pretension y mi peregrinaje su peregrinaje.
Mi alma me hablo, hermanos, y me enseño muchas cosas. Y tu alma tambien te ha hablado y tambien te ha enseñado. Porque tu y yo somos uno y no hay diferencia entre nosotros, salvo que yo haya proclamado lo que hay en mi ser intimo, mientras tu lo guardas como un secreto de tu intimidad. Pero en tu reserva hay una especie de virtud.