Es hora de despertar.
Él se ha ido.
Es el momento de respirar profundo, ser fuerte y empezar a vivir y disfrutar…
Porque el “show de tu vida” debe continuar.
Cuántas veces al despertar, lo primero que viene a nuestra mente es:“¡un día más tratando de sobrevivir sin él!” Es ese momento en el que desearíamos seguir soñando, a su lado, donde él, ese hombre que nos enamoró con sus detalles y su trato, es el dueño de nuestro corazón y nosotras del suyo. Ese momento en el que preferimos muchas veces vivir creyendo que nos ama, tanto como se le ama a él. Ese momento en el que nosotras mismas sabemos que es sólo eso, un sueño, una fantasía… pero preferimos vivir momentáneamente felices y creer que todo marcha bien.
Él es historia, pasado, asúmelo.
Es la hora de aceptar que esa persona no nos valora, por lo tanto no nos ama. Se terminó el sueño, hemos despertado y “el show” debe continuar. Tu trabajo espera que lo retomes con el entusiasmo con que lo hacías justo antes de dejar de vivir tu vida por vivir la de él. Tu familia, tus hijos… ellos esperan ver de nuevo a la mujer brillante y maravillosa que siempre fuiste. Tus amigos ansían ver de nuevo esa mirada radiante y esa sonrisa que te caracterizaba.
Tu vida te agradece que hayas despertado para que te dediques únicamente a ella, a vivirla, a disfrutarla. El mundo te espera, mujer. Tal vez ese hombre al que amaste tanto y que no correspondió tu amor o traicionó tu confianza, se ha ido. Quedó en tu corazón, en esa parte dedicada a los recuerdos. Tal vez ni siquiera ahí merezca estar, pero lo pones en ese sitio para recordar y agradecer lo que a su lado aprendiste: a ser fuerte.
Es difícil y doloroso al inicio, pero si no empiezas ahora, sólo prolongarás tu dolor. ¡El mundo te espera! Mira a tu alrededor: agradece a Dios por tu vida, por tu salud, por tu familia y esos amigos que estuvieron contigo aún te alejaste tan sólo porque te dijeron que él no te merecía. Siguen ahí, justo a tu lado.
Es hora de agradecer a Dios por todo lo que te pasó y lo que te espera, que será maravilloso. Simplemente porque tienes vida, porque estás aquí, porque eres mujer y no te darás por vencida. ¡Tal vez un nuevo amor llegue a tu puerta! Mientras llega, dedícate a ti, a tu mente, a tu cuerpo, a tu alma. Cuando la persona indicada llegue, debe llegar a un corazón ya remendado, no herido.
Está en ti, mujer, quedarte en un sueño que sólo será eso, o despertarte, respirar profundo y pensar que vales mucho la pena como para perder tu vida por alguien que no te supo valorar.
¡Demuéstrate que puedes salir adelante!
¡No olvides que el “show de tu vida” debe continuar!
Autor: Gia Patrice
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