Saturday, January 25, 2014

Decidiendo el destino ajeno

Cuenta la historia de un hombre que encontró un ángel en el desierto, y le dio agua.
-Soy el ángel de la muerte y he venido a buscarte- dijo el ángel -. Pero como has sido bondadoso, voy a dejarte prestado el Libro del Destino durante cinco minutos. Puedes alterar lo que quieras en él.
El ángel le entregó el libro.
Al hojear sus páginas, el hombre fue leyendo la vida de sus vecinos.
No le gustó lo que vio: “Estas personas no se merecen cosas tan buenas”, pensó. Pluma en mano, se dedicó a empeorar la vida de cada uno de ellos.
Por último, llegó a la página de su destino. Leyó su trágico final y, cuando se disponía a cambiarlo, el libro desapareció.
Los cinco minutos ya habían concluido.
En ese mismo instante, el ángel se llevó el alma de aquel hombre.

by Paulo Coelho

Mis contradicciones



Estuve pensando en mis contradicciones, en el sí y en el no, en lo que quiero ser, y en lo que soy, en lo que amo y también en lo que odio.

¿Cómo es posible que a veces odie lo que amo y ame lo que odio?

He estado pensando en mis contradicciones, en el daño que hago a otros y que a veces me hago a mí mismo, por no tener las cosas claras, por no saber establecer mis prioridades.

He estado pensando en mis contradicciones, en como a veces enfrento mis propios valores, con mi

manera de actuar, y he comprendido que sigo siendo humano, quizás demasiado humano, que muchas veces el corazón, tiene razones que la razón no entiende.

Y he llegado a la conclusión, que si aún dudo, es porque todavía no me he rendido, y al enfrentar la vida, me enfrento a dilemas.

He estado pensando en mis contradicciones, y he dado gracias a Dios, por ayudarme a enfrentar, tantas preguntas, y a encontrar tantas respuestas…

Las contradicciones se presentan en cada uno de nosotros a diario.

Vamos a hacer algo y dudamos…

Nos preguntamos si está bien o mal…

Vamos a dar algo a alguien y pensamos cómo lo tomará…

Sentimos amor pero luego también dudamos…

Y así vamos de un lado al otro, paseamos por esas habitaciones que creamos en la mente, nos parece que una es mejor que la otra pero luego regresamos a la primera…

No sabemos para dónde vamos o si lo sabemos no tenemos la certeza de saber si es lo mejor…

Pero en ese ir y venir uno aprende…
Crece…

Es como el niño que está aprendiendo a escribir: le faltan algunas letras primero, otras son deformes, otras no están bien insertadas en la palabra…

No se entiende, borra y vuelve a empezar, y poco a poco la palabra contiene todas las letras, no hay error, no se equivocó y dice: ¡Bravo!

Lo logré…

Dudando crecemos, y por sobre todo en esas dudas, en esas contradicciones encontramos los obstáculos interiores que ponen freno a nuestras verdaderas emociones, a nuestros sentimientos y logramos entender que sólo superándolos logramos llegar a nuestra meta, a lo mejor de nosotros y a conocernos cada día más.

Muchas cosas que nos suceden no tienen una explicación lógica.

Mucho de todo lo que vivimos no puede ser analizado.

Debemos entender que el corazón entiende razones que la razón no entiende…

Entonces enfrentemos la vida dándole paso a la razón pero llevando en la mano nuestro corazón…

De esta forma podremos enfrentar nuestras contradicciones y darnos cuenta que muchas de las respuestas que no encontramos en la mente están alojadas en nuestro corazón.

Friday, January 24, 2014

Cuando usted está pasando por tiempos difíciles


Nuestro sueño, el deseo que está en nuestra alma, no salió de la nada.
Alguien lo puso allí.
Y ese alguien, que es amor puro y sólo quiere nuestra felicidad, lo hizo sólo porque él también nos dio las herramientas para realizar nuestro sueños y nuestros deseos.
Cuando usted está pasando por momentos difíciles, recuerde: usted puede haber perdido algunas batallas importantes, pero usted ha sobrevivido y que está todavía aquí.
Eso es una victoria. Muestre su felicidad y celebrar su capacidad de ir hacia adelante.
Vierte tu amor generoso hacia fuera sobre los campos y pastos, por las calles de la gran ciudad y por las dunas del desierto.
Muéstrele que se preocupa por los pobres, porque son una oportunidad para que usted pueda mostrar la virtud de la caridad.
Y cuidado, también, acerca de los ricos, que desconfían de todo y de todos, mantener sus graneros repleta de granos y sus arcas llenas, pero, a pesar de todo eso, no se puede ahuyentar la soledad.
No te pierdas la oportunidad de mostrar su amor, especialmente a las personas cercanas a ti, porque estamos siempre a nuestros más cauteloso con ellos, por miedo a ser herido.
Amor -, ya que será el primero en beneficiarse. El mundo que te rodea, te recompensará, aunque, al principio, te dices a ti mismo: "Ellos no entienden mi amor."
El amor no tiene que ser entendido. Sólo se necesita ser mostrado.

 tomado de MANUSCRITO ENCONTRADO EN ACCRA  por Paulo Coelho

Thursday, January 23, 2014

Que suerte....

Qué suerte he tenido de nacer,

para estrechar la mano de un amigo

y poder asistir como testigo

al milagro de cada amanecer.



Qué suerte he tenido de nacer,

para tener la opción de la balanza,

sopesar la derrota y la esperanza

con la gloria y el miedo de caer.



Qué suerte he tenido de nacer,

para entender que el honesto y el perverso

son dueños por igual del universo

aunque tengan distinto parecer.



Qué suerte he tenido de nacer,

para callar cuando habla el que más sabe,

aprender a escuchar, ésa es la clave,

si se tiene intenciones de saber.


Qué suerte he tenido de nacer,

y lo digo sin falsos triunfalismos,

la victoria total, la de uno mismo,

se concreta en el ser y en el no ser.


Qué suerte he tenido de nacer,

para cantarle a la gente y a la rosa

y al perro y al amor y a cualquier cosa

que pueda el sentimiento recoger.


Qué suerte he tenido de nacer,

para tener acceso a la fortuna

de ser río en lugar de ser laguna,

de ser lluvia en lugar de ver llover.



Qué suerte he tenido de nacer,

para comer a conciencia la manzana,

sin el miedo ancestral a la sotana

ni a la venganza final de Lucifer.



Pero sé, bien que sé…

que algún día también me morir

Si ahora vivo contento con mi suerte,

sabe Dios qué pensaré cuando mi muerte,

cuál será en la agonía mi balance, no lo sé,

nunca estuve en ese trance.



Pero sé, bien que sé…

que en mi viaje final escucharé

el ambiguo tañir delas campanas

saludando mi adiós, y otra mañana

y otra voz, como yo, con otro acento,

cantará a los cuatro vientos…



¡Qué suerte he tenido de nacer! poema de alberto cortez.

Que la luz no deje de brillar



Las cuatro velas se consumían lentamente. El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo que mantenían entre ellas...
La primera dijo:
- ¡YO SOY LA PAZ!  Las personas no consiguen mantener mi luz, creo que me apagaré. Y poco a poco, su fuego se apagó.
La segunda dijo: - ¡YO ME LLAMO FE!  Las personas no quieren saber nada de mí. Soy muy débil y no tiene sentido seguir dando luz. Cuando terminó de hablar, una brisa pasó suavemente sobre ella  y se apagó.
Con mucha tristeza  la tercera vela manifestó: - ¡YO SOY EL AMOR! No tengo fuerzas para seguir encendida. Todos me dejan de lado, se olvidan hasta de sus seres queridos. Y sin esperar más, se apagó.
De repente...
Entró un niño y vio las tres velas apagadas.
-¿Qué es esto? Ustedes debían estar encendidas hasta el final. Lleno de tristeza, el niño comenzó a llorar...
Entonces la cuarta vela habló: No tengas miedo, mientras yo tenga fuego podremos encender a las demás.
- ¡YO SOY LA ESPERANZA!
Con los ojos brillantes, tomó la vela encendida… Y volvió a darles luz a las demás

¡Qué la luz de “la esperanza”,
nunca se apague dentro de tu corazón!

Wednesday, January 22, 2014

Cicatrices del alma



En el sur de Florida, un niño decidió ir a nadar al lago que estaba detrás de su casa. Su mamá, desde la casa, lo miraba por la ventana. En un momento vio con horror lo que sucedía. Corrió hacia su hijo gritándole por el inminente peligro que lo acechaba. El niño se alarmó. Asombrado, vio a su mamá horrorizada, sin saber qué estaba sucediendo. Fue demasiado tarde. Desde el muelle, la mamá tomó al niño por sus brazos, justo cuando el caimán lo atrapaba por las piernas. La mujer intentó sacarlo con todas sus fuerzas, pero el animal era más fuerte.
A pesar de todo, el amor hizo que la mujer no soltara al niño y gritara pidiendo ayuda.
Un señor que escuchó los gritos, pudo llegar a tiempo para disparar y matar al caimán. Aunque sus piernas sufrieron bastantes daños, el niño sobrevivió y consiguió volver a caminar. 
Una vez recuperado, antes de salir del hospital, un periodista le preguntó al niño si le quería enseñar las cicatrices de sus piernas. El niño levantó la sábana y le mostró las cicatrices, pero volvió a cubrirse y con gran orgullo le mostró sus brazos diciendo: Las cicatrices que usted debe de ver son éstas. Sus brazos estaban llenos de moretones y arañazos, y añadió: Las tengo porque mamá no me soltó y me salvó la vida.

Moraleja: Nosotros también tenemos cicatrices de un pasado doloroso. Algunas son causadas por nuestros pecados, pero algunas son la huella de Dios que nos ha sostenido con fuerza para que no caigamos en las garras del mal.
“Recuerda que si te ha dolido alguna vez el alma, es porque Dios te ha sujetado con fuerza para que no caigas”

El secreto de la felicidad


¿Cuál es el secreto para que logres el amor y la felicidad?

Si quieres felicidad, dale felicidad a otros; si quieres amor, aprende a amar a los demás; si quieres atención y aprecio, aprende a dar atención y aprecio; si quieres abundancia material, ayuda a otros a tener abundancia.

De hecho, la manera más fácil de obtener lo que quieres es ayudando a otros a obtener lo que quieren. Este principio opera para individuos, corporaciones, sociedades y naciones.

Si quieres ser bendecido con todas las cosas buenas en la vida, aprende a bendecir silenciosamente a
todos con las cosas buenas en la vida.

Hasta pensar en dar, pensar en bendecir, o una simple oración tiene el poder de influir en los demás. El pensamiento tiene el poder de transformación.

Cuando aprendes a dar aquello que buscas, activas y montas la coreografía de la danza con movimientos exquisitos, energéticos y vitales que constituyen el eterno palpitar de la vida.

La mejor manera de poner en operación la Ley del Dar y poner todo el proceso en circulación es tomar la decisión de que en cualquier momento que entres en contacto con otra persona le darás algo.

No tiene que ser algo material; puede ser una flor, un cumplido o una oración, de hecho, las formas más poderosas de dar no son materiales.

Los regalos de cuidados, atención, afecto, aprecio y amor son algunos de los regalos más preciosos que puedes dar, y no cuestan nada.

Cuando conoces a alguien, puedes silenciosamente enviarle una bendición, deseándole felicidad, alegría y dicha. Esta manera de dar silenciosamente es muy poderosa.

Podrías decir “¿Cómo puedo darles a otros en este momento cuando no tengo suficiente para mi”?.
Puedes llevar una flor. Puedes llevar una tarjeta que diga algo sobre los sentimientos que tienes por esa persona a la que estás visitando. Puedes llevarle un cumplido. Puedes llevarle una oración.

Toma la decisión de dar a dondequiera que vayas, a quien sea que visites o veas. Siempre y cuando estés dando, estarás recibiendo. Entre más das, adquirirás más confianza en los efectos milagrosos de esta ley.

Al recibir más, tu habilidad de dar más también aumentará.

Deepak Chopra

(¯`v´¯) ❀´¯).☆¸.✿¸.•°*”˜ƸӜƷ ❀ `·.¸.·´



Dios te ha sostenido, una y mil veces !
Y cuantas veces sean necesarias te llevará cargado
en Sus Brazos para sostenerte las veces
que te sientas sin fuerzas.

Es verdad que a veces duele el alma,
qus sientes que no puedes soportar tanto pesar,
sin embargo, recuerda que ese dolor será aminorado
cuando sientas Su Presencia.

Concéntrate, llora si es necesario cuando sientas
tristeza o dolor en tu alma,
y pídele que te ayude a resistir...

Te abrazará fuerte, te sostendrá fuerte,
hasta hacerte sentir seguro/a y no caerás...

Él está contigo, Él te balanceará,
Él brincará los obstáculos por ti,
hasta calmar tu dolor...

Oly Sawyer

Tuesday, January 21, 2014

Cuando alguien te ama

Cuando alguien te ama, también es paciente contigo.

Cuando alguien te ama, toma las circunstancias de tu vida y las usa de una forma constructiva para tu crecimiento.

Cuando alguien te ama, está de tu parte; quiere verte madurar y desarrollarte en el amor.

Cuando alguien te ama, no derrama su ira contigo por todos los "errores" que cometes, aunque sean muchos.

Cuando alguien te ama, sufre profundamente cuando ve que te desvías del camino, pero espera confiadamente hasta que puede orientarte a que sigas la senda correcta.

Cuando alguien te ama, sigue confiando en ti cuando ni siquiera tú confías en ti mismo.

Cuando alguien te ama, nunca te dice que eres un caso perdido; más bien trabaja pacientemente contigo y te corrige de tal manera que es posible que te cueste entender la profundidad del cuidado que tiene por ti.

Cuando alguien te ama, nunca te abandona aunque muchos de tus amigos lo hagan.

Cuando alguien te ama, se queda a tu lado cuando llegas al fondo de la desesperación y se pone en evidencia lo que realmente eres. Pero no te juzga, sino que te sigue viendo como una persona hermosa, digna y llena de valor y significado.

“Cuando alguien te ama de esa manera, te está demostrando el mayor de todos los dones, el perfecto e incondicional amor de Dios”

Monday, January 20, 2014

La historia de la taza


Y la taza contó su historia…

- Usted debe saber que yo no siempre he sido la hermosa y delicada taza que soy hoy en día.

Hace  mucho tiempo era solo un poco de barro. Pero un artesano me tomó entre sus manos y me fue dando forma.

Llegó el momento en que me desesperé y le grité: ¡Por favor, ya déjeme en paz!. Pero él sólo me sonrió y me dijo: Aguanta un poco más, todavía no es tiempo. Después me puso en un horno. ¡Nunca había sentido tanto calor!. Toqué a la puerta del horno y a través de la ventanilla pude leer sus labios que me decían: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”.

Cuando al fin abrió la puerta, mi artesano me puso en un estante. Pero, apenas me había refrescado,me comenzó a raspar y a lijar. No se cómo no acabó conmigo. Me daba vueltas, me miraba de arriba a abajo. Por último me aplicó meticulosamente varias pinturas. Sentía que me ahogaba. “Por favor déjame en paz”, le gritaba a mi artesano; pero él solo me decía: “aguanta un poco más, todavía no es tiempo”.

Al fin, cuando pensé que había terminado aquello, me metió en otro horno, mucho más caliente que el primero. Ahora si pensé que terminaba con mi vida. Le rogué y le imploré a mi artesano que me respetara, que me sacara, que si se había vuelto loco. Grité, lloré; pero mi artesano sólo me decía: “aguanta un poco más, todavía no es tiempo”.

Me pregunté entonces si había esperanza. Si lograría sobrevivir a aquellos tratos y abandonos. Pero por alguna razón aguanté todo aquello.

Fue entonces que se abrió la puerta y mi artesano me tomó cariñosamente y me llevó a un lugar muy diferente.

Era precioso. Allí todas las tazas eran maravillosas, verdaderas obras de arte, resplandecían como solo ocurre en los sueños.

No pasó mucho tiempo cuando descubrí que estaba en una fina tienda y ante mi había un espejo. Una de esas maravillas era yo. ¡No podía creerlo!.¡esa no podía ser yo!

Mi artesano entonces me dijo: “Yo sé que sufriste al ser moldeada por mis manos, mira tu hermosa figura. Sé que pasaste terribles calores, pero ahora observa tu sólida consistencia, sé que sufriste con las raspadas y pulidas, pero mira ahora la finura de tu presencia. Y la pintura te provocaba nauseas, pero contempla ahora tu hermosura. Y, ¿si te hubiera dejado como estabas…?”

“¡Ahora eres una obra terminada!”

“¡Lo que imaginé cuando te comencé a formar!”


Tú eres una tacita en las manos del mejor alfarero: Dios.

Confíate en sus amorosas manos aunque muchas veces no comprendas por qué permite tu sufrimiento.

Comprende, en los momentos difíciles, que hay un propósito para que eso ocurra, y que saldrás brillante y renovado de todas las pruebas.

(autor desconocido

El poder de las palabras

Una palabra irresponsable: puede encender discordias y fuegos difíciles de apagar…
Una palabra cruel: puede arruinar y derribar todo lo que se había edificado en una vida…

Una palabra de resentimiento: puede matar a un apersona, como si le claváramos un cuchillo en el corazón...

Una palabra brutal: puede herir y hasta destruir la autoestima y la dignidad de una persona…

Una palabra amable: puede suavizar las cosas y modificar la actitud de otros…

Una palabra alegre: puede cambiar totalmente la fragancia y los colores de nuestro día…
Una palabra oportuna: puede aliviar la carga y traer luz a nuestra vida…
Una palabra de amor: puede sanar el corazón herido.

Porque las palabras tienen vida.
Son capaces de bendecir o maldecir, de edificar o derribar, de animar o abatir, de transmitir vida o muerte, de perdonar o condenar, de empujar al éxito o al fracaso, de aceptar o rechazar...
¿Cómo hablamos a los demás? ¿Qué les transmiten nuestras palabras?
¿Qué me digo a mí mismo? ¿Hacia dónde me conduce mi dialogo interno?

Sunday, January 19, 2014

Quien se lleva al hijo


Un hombre millonario y su hijo, tenían gran pasión por el arte. Poseían en su colección desde pinturas de Picasso, hasta Van Gogh. Disfrutaban sentándose y admirando estas obras.
Pero las circunstancias hicieron que el hijo fuera a la guerra y muriera en batalla mientras rescataba a otro soldado. Cuando el padre recibió la noticia sufrió profundamente la muerte de su único hijo.
Un mes más tarde, antes de Navidad, alguien tocó a la puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos dijo al padre: - Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. Yo me encontraba herido y él se acercó con la intención de salvarme cuando, de pronto, una bala atravesó su pecho, muriendo instantáneamente. Él hablaba muy a menudo de usted y de su amor por el arte y, extendiendo sus manos, le entregó el paquete que llevaba. Yo sé que esto no es mucho, no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto.
El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. Él contempló con profunda admiración la manera en que el soldado había captado y plasmado la personalidad de su hijo en la pintura. El padre estaba tan conmovido por el realismo de la expresión de los ojos de la pintura, que los suyos se llenaron de lágrimas. Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro.
-! Oh, no Señor! yo nunca podría cobrarle, ¡con todo lo que su hijo hizo por mí!  Acéptelo como un regalo.
El padre lo colgó sobre la pared. Cada vez que los visitantes llegaban a su casa les mostraba el retrato de su hijo, antes que su famosa colección.
Al cabo de pocos años, el hombre murió y se anunció una subasta con todas las pinturas que poseía.
Muchas personas importantes acudieron con grandes expectativas. Allí, sobre la plataforma, estaba el retrato del hijo presidiendo la subasta.
El subastador golpeó su martillo para dar inicio. Empezaremos los remates con este retrato, éste es el hijo del dueño de la colección. ¿Cuánto ofrecen por este retrato?
Hubo un gran silencio. Entonces una voz, dijo: ¡Queremos ver las pinturas famosas! ¡Olvídese de esa! Sin embargo, el subastador insistió: ¿Quién ofrece por esta pintura? ¿$100? ¿$200?
Alguien gritó alterado: ¡No venimos por esa pintura! Venimos por los Van Gogh, los Rembrandts y los cuadros de Picasso. ¡Vamos a las ofertas de verdad!
Pero aún así el subastador continuó con su labor: "El Hijo", "El Hijo" ¿Quién se lleva "El Hijo"?

Finalmente, una voz se oyó desde el fondo de la sala: Yo doy diez dólares por la pintura. Era el viejo jardinero de la familia, que ofrecía lo único que podía ofrecer.
¡Tenemos $10! ¿Quién da $20? gritó el subastador. La multitud estaba inquieta. No querían la pintura del Hijo, querían las que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones. El subastador golpeó por fin el martillo: A la una, a las dos y. . . vendida por $10!
Ahora ya podemos empezar con la colección!, gritó uno. Pero el subastador soltó su martillo y dijo: Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la subasta llegó a su final.
-Pero, ¿qué pasa con las otras pinturas? dijeron los interesados.
-Lo siento, cuando me llamaron para conducir esta subasta, estaba estipulado en el testamento del dueño y yo no tenía permitido revelar esto hasta este momento, que solamente la pintura de "EL HIJO" sería subastada. Aquel que la comprara, heredaría absolutamente todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. El hombre que compró "EL HIJO" se quedó con todo.

Si tú tomas la decisión como el jardinero de quedarte con Jesús, con Él tendrás toda la colección de bendiciones que Dios tiene preparadas para ti. Van a ser tuyas y nadie jamás te las podrá quitar.

La historia del escorpión



Un maestro del Oriente, vio que un escorpión se estaba ahogando y decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el escorpión lo picó. Por la reacción de dolor al maestro se le cayó el animal al agua otra vez y ya estaba ahogándose.

El maestro intentó sacarlo otra vez y otra vez el animal lo picó. Alguien que estaba viendo al maestro se le acercó y le dijo: "Perdone, pero usted es terco! no entiende que cada vez que trata de sacar al escorpión del agua lo va a morder?. El Maestro le respondió: "La naturaleza del escorpión es picar, la mía es ayudar y su naturaleza no va a cambiar la mía".

Así que con la ayuda de una hoja, el maestro lo tomó del agua y le salvó la vida al escorpión, y continuó: “No cambie su naturaleza, si alguien hace algo malo, sólo tome precauciones.

Algunos persiguen la felicidad, otros la crean. Preocúpate más por tu conciencia que por tu reputación. Debido a que tú conciencia es lo que realmente eres y tu reputación es lo que otros piensan de ti.