Saturday, December 07, 2013

A mi madre muerta



MAMÁ, te llamo como si no te hubieras ido nunca, siento tu voz diciendo mi nombre, te fuiste de la mano de Dios cuando más falta me hacías, aun después de muchos años sigues estando presente eras mi madre, eras mi amiga mi confidente, la que velaba mis sueños, cuando yo enfermaba siempre estabas a mi lado te recuerdo en el filo de mi cama, recuerdo tu cara parecías una virgen tan guapa, cuanto callaba tu corazón y cuanto sufrió pero siempre tenías una sonrisa en tus labios a todo le dabas la importancia que había que darle ni ponías ni quitabas para mí la mejor madre sin desmerecer a nadie    

Me haces mucha falta pero si DIOS te llamo es porque a él le hacías más falta, quizás más que a mí, eso no lo sabré nunca, al lado de DIOS estas y sé que desde donde quiera que estés sigues velando mis sueños porque te siento, tanto te quiero, dejemos pasar el tiempo y seguro que algún día nos abrazaremos, al cielo miro por si algún día te veo.


Desconozco autor

Curiosa historia





Un maestro propuso el siguiente relato:
-"Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo.

Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó.

Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan ustedes de ese hombre?"

Todas las piedras con que iba tropezando las . . .

"Que es un necio" -respondió uno de los discípulos-. "¿Para qué cargaba las piedras con que tropezaba?"

Dijo el maestro:
-"Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que sus cónyuges les han hecho, los agravios sufridos, y aun la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo debemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos.

Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro".

Deja ya de cargar el peso del odio o del resentimiento.

Unas palabras que no te dije hijo....



Hijo mío, te has hecho mayor y ya dejaste el hogar que te vio nacer:

Cuando partiste sentí que se desgarraba mi alma, un oscuro túnel cubría mi mente y los ojos no lograban ver tu rostro claramente por las lágrimas que no podía dejar de derramar.

Unos sollozos fueron oídos y no pude sino darte una bendición que te acompañaría por el resto del tiempo que estarías lejos de mí.

Siempre, desde el inicio te he amado, profundamente.
Te he amado más que a mi carne y piel. He deseado tanto para ti que hubiera querido tener el poder de bajarte cada estrella para alumbrar tu camino, convertir cada uno de tus deseos en una fiel realidad…

Dicen, mi propia madre lo decía siempre, que a los hijos se les ama más que a la vida, y yo lo he hecho así, sólo que hasta ahora no me di cuenta de cuánto te pertenezco y cuánto de mí tienes. Así son las cosas de la vida, tienes que experimentar una pérdida para darte cuenta del gran amor hay en cada corazón.

Como madre, sólo tengo buenos deseos para ti.
Mil recuerdos de tu infancia me invaden, hice de tus retratos mi rincón especial para mirarte, para desde la distancia desearte el mejor día, el mejor momento. Pido a Dios que jamás te falten buenos amigos que te ayuden a sortear los malos ratos, que no te falte una mano que te extienda compañía y un abrazo para que nunca te sientas solo.

Desde que eras un pequeño niño fui una de las madres más egoístas del mundo, hoy me doy cuenta de ello, pues nunca quise compartirte con nada ni nadie, sólo te quería ver sonreír. En mi desmesurado afán de no sentirte lastimado, seguramente cometí excesos, que hoy, gracias a Dios y su generosidad, no han sido decisivos.

Recuerdo a mi propia madre con insólita admiración y una profunda gratitud porque reconozco cuanto me dio, cuanto dejó de ser por mí… y se equivocó, ¡sí, muchas veces!, pero siempre la salvó su intención de buscarme el cielo, la tierra del nunca sufrir. Espero que así puedas verme a mí también.
Una madre siempre quiere lo mejor para su hijo,
aunque le lleve a esar lejos de ella.

Hijo mío, siempre te dije que te amaba. Y siempre te soñé junto a mí. Me puse por promesa fiel que yo te protegería y pondría mi cuerpo y espíritu para arremeter contra las balas que traten de doblegar tu existencia, para defenderte de las innumerables tristezas que la vida te trae, porque nadie, nadie podría darte tanto como esta mujer que te ha amado más que a sí misma.


Hoy, mi hijo del alma,
sabiéndote lejos de mí,
quiero rogar y rogar
para que la vida generosamente se abra para ti,
que cada caída sea sólo un traspié
y que no permanezcas en el suelo
más tiempo del necesario.


Te deseo un gran amor que te consuele, que te abrace, que te quiera que te transporte al mundo del amor real de pareja, y un amor cálido, de alguien que te quiera con afecto del bueno más no con un amor de mujer, como si fuera una madre... para que descanses en ella y seque tus lágrimas cuando el camino se torne difícil.

Te deseo el sol, radiante y que cada día brille para ti. Te deseo melodías que calmen tu espíritu y la magnífica oportunidad de maravillarte de las cosas que ves y que aún te falta vivir.

Una madre nunca olvida un hijo, ni un solo día.

Yo, desde la distancia, hijo querido, te abrazo cada día en un pensamiento. Cuando la soledad te ataque, cierra los ojos y piensa en mí que con la misma intensidad yo te escucharé y sabré que me necesitas. Una oración de cada día te ampara y todo mi amor te bendice.

Dicen que los hijos son prestados,
que son de la vida... ¡Cuánta verdad!

Sólo...
sólo que yo
no puedo aún desprenderme
y decirte...
"¡Vive, camina solo hijo!"

Te amo, hijo mío.


~  autora liana marie~

Friday, December 06, 2013

Debemos Ser Como Los Elefantes




Con colmillo largo . . . para saber actuar en . . .

Con pies grandes y pesados . . . para tenerlos bien fijos en la tierra y no elevarnos.

Con orejas grandes . . . para aprender a oír y no actuar a ciegas.

Con boca chica . . . para no andar parafraseando, ni hablando de más.

Con colmillo largo . . . para saber actuar en momentos difíciles.

Tener piel áspera y dura . . . para aguantar los embates de los demás.

Tener cola corta . . . para que nadie, por más que quiera, pueda hablar de ti.

Todas las piedras con que iba tropezando las . . .

Tener su memoria . . . para que nunca olvides quién realmente eres.

Y como el elefante, que cuando sabe que va a morir regresa a su lugar de origen, igualmente tú, cuando sientas que has caído en lo más profundo, que no puedes salir y no encuentras ni un rayo de luz dentro del laberinto en que estás inmerso, que lo has perdido todo y no te queda nada, regresa a tu lugar de origen, regresa a tu naturaleza, regresa a ser tú nuevamente, porque tal vez, ¡por la falta de memoria olvidaste quién realmente eres!

Sólo cuando seas padre



Solamente sabrás lo que es ser padre, cuando sientas muy hondo el latido de ese pedazo de tu corazón sobre tu pecho, henchido de legítimo orgullo.

Sabrás lo que es ser padre cuando comprendas que el fruto de tu sueño es ahora una realidad palpitante, ternura en piel viva y mirada inocente ante tu regocijo.

Conocerás la dicha de ser padre cuando entiendas que tu sueño ya jamás será completo, cuando sepas del llanto de la madrugada, de tus largas ojeras y la satisfacción de ver a tu renuevo tranquilamente dormido, aunque tú no lo puedas hacer.

Únicamente sabrás lo que es hacerse padre cuando radiante pasees a tu hijo en su dorada carriola, le hables aunque sepas que no te entiende aún y lo veas descubriendo asombrado cada pequeña
Cosa que constituirá su primera lección de filosofía.

Sabrás lo que significa ser padre cuando en la noche corras por esa medicina que necesita para aliviar su fiebre, al llevar la cuenta de sus vacunas y cuando de puntillas te acerques a su cuna a escuchar su respiración, acompasada y feliz.

Cuando por primera vez te diga papá, ría cuando lo lances al aire y no sienta el peligro porque tú le das seguridad con tu sonrisa, cuando le impulses a dar sus primeros pasos, inequívoca señal de que empieza el camino hacia su destino y corras detrás de su bicicleta donde afanosamente pedalea los primeros caminos y distancias del peregrinar futuro de su vida.

Sabrás la maravilla que posees cuando lo lleves por vez primera a la escuela y veas sus ojos llorosos porque no quiere separarse de ti y sientas el alma adolorida al alejarte dejándolo en medio de otros egoísmos que, sin embargo, le enseñarán a ser compartido.
Cuando te muestre sus primeros garrapateados dibujos, incipiente Picasso que preludia en ellos el afán por la belleza que se esconde en su corazón. Y sobre todo cuando se abrace a ti, tomando tu mano simbolizando con ello la confianza de tu fortaleza, que le dará seguridad en su andar.

Sabrás lo que es ser padre cuando reclame tu tiempo y tu tengas que buscarlo y encontrarlo en donde puedas, cuando lo lleves al circo y a la playa y al paseo cansado pero gratificante, cuando juntos sueñen en las vacaciones en que ambos se pertenecerán por completo, cuando le enseñes a jugar y a llenar rompecabezas y juntos caminen por el parque cualquier tarde esplendorosa de abril.

Comprenderás la maravilla que Dios te concedió, cuando te rete con sus primeras preguntas y de momento no sepas como contestarlas, cuando le ayudes a escribir la carta a Santa Claus y esperes la vigilia de la Navidad con el ansia compartida de una nueva niñez tuya y descubra en tu abrazo y tu caricia y tu beso incondicional, cuando le amas.

Sabrás lo que es ser padre cuando lo lleves a que toque a Dios por primera vez, le enseñes a rezar por todos y sienta que tu cariño es algo en lo que puede confiadamente descansar. Y cuando ves que va creciendo y tú lo acompañas, va avanzando y tú estás a su lado, y se va haciendo adolescente y en ese proceso tú no lo dejas, por duro que sea el ver que poco a poco se desprende de ti, para ir en busca de sí mismo.

Sabrás lo que es ser padre cuando oigas el reclamo inesperado y su deseo de independencia. El día que deje de acompañarte, porque sus amigos lo esperan y sientas que tu corazón se estremece, porque el día llegó antes de lo que pensabas y sientas profundamente que así debe ser, porque es el precio que pagarás por el aprendizaje de su vuelo definitivo.

Y finalmente sabrás lo que es ser padre cuando un día tu hijo tenga que partir para estudiar en otro lugar, o a un trabajo distante y la nostalgia consuma las horas que antes feliz disfrutaste en su compañía y quizás sea el teléfono o el Internet la lejana liga que te una a él.

Y sobre todo cuando alguien venga y lo lleve de tu lado para perseguir otro arco iris, el de su propia vida, compartida con alguien a quien amará y tú deberás aceptarlo, porque esa es la ley de la vida y tu hijo te fue solamente prestado por un tiempo.

Entonces sabrás lo que es saberte padre. Que no estudiaste para ello, pero lo viviste y lo seguirás viviendo. Y el regocijo que eso te proporcionará deberá entonces ser mayor que el dolor que supone el sentir que algo muy tierno se despide de tu alma.  Pero es solo entonces que podrás saber con plenitud, la maravillosa experiencia, regalo de Dios vivo, que es saberse padre.

En tu lugar





¿Estás triste?

¿Crees que sufres demasiado?

¿Eres la persona más infeliz del mundo? Ve a tú alrededor: ve cuánta gente está en peor situación, pasando dolores y problemas mucho más graves.

Piensa bien: tu vida no es tan desgraciada. Sé más optimista. No te lamentes de las oportunidades perdidas si no dejaras pasar las que están llegando.

Por favor, escucha el siguiente mensaje, que ya ayudó a mucha gente a enfrentar la vida de una forma diferente.
"Si estás triste porque perdiste un amor, recuerda aquél que no tuvo un amor que perder;

Si te decepcionó alguna cosa, recuerda aquél cuyo nacimiento ya fue una decepción; si estás cansado de trabajar, recuerda aquel que, angustiado, perdió su empleo;
Si te quejas de una comida mal hecha, recuerda aquél que murió hambriento, sin tener pan;

Si se te deshace un sueño, recuerda aquél que vive en una pesadilla constante;

Si andas aburrido, recuerda aquél que espera una sonrisa tuya.

Si perdiste un amor, te cansaste de tu trabajo, tu sueño se deshizo, te acompaña una tristeza, te quejas de una comida... recuerda agradecer a Dios, porque existen muchos que darían todo por estar en tu lugar".

Nunca es tarde para recomenzar una vida.

Uno crece.....




Si te pones a coleccionar heridas eternamente . . .

Imposible atravesar la vida . . .

sin que un trabajo salga mal hecho,

sin que una amistad cause decepción,

sin padecer algún quebranto de salud,

sin que un amor nos abandone,

sin que nadie de la familia fallezca,

sin equivocarse en un negocio.

Ese es el costo de vivir. Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino, como se reacciona.

Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.

Si te pones a coleccionar heridas . . .

Uno crece. . . cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.

 . . . cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.
 . . . cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo.
 . . . asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.
 . . . cuando supera, se valora, y sabe dar frutos.
 . . . cuando abre camino dejando huellas, asimila experiencias. . .  ¡Y siembra raíces!
 . . . cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor.
 . . . cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento. . .

¡Y humano por nacimiento! . . . .
 . . . cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas. Recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo.

 . . . cuando se es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse, con residuos de flores… ¡Y de encenderse con residuos de amor . . . !

 . . . ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe.

 . . . cuando se planta para no retroceder . . .
 . . . cuando se defiende como águila para no dejar de volar . . .
 . . . cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella.

Entonces . . .

Thursday, December 05, 2013

Si lo que vas a decir puede herir a una persona . . . Ssshh



Si lo que vas a decir puede herir a una persona…

¡Mejor Calla!

Si lo que va a salir de tu boca, es para maldecir…
¡Mejor Calla!

Si lo que estas por decir va a acabar con la honra de alguien…
¡Mejor Calla!

Si lo que vas a decir son rumores sin fundamentos…
¡Mejor Calla!

Si al hablar juzgas a tus semejantes…
¡Mejor Calla!

Si lo que vas a decir puede herir a una . . .

-Calumnias, mentiras, chismes…

Si eso es lo que te mueve al hablar…

¡Ten cuidado y recuerda que como Juzgas.. serás juzgado, y como tratas.. Serás Tratado..
Piensa…

En algún momento tu Puedes ser el blanco de esas patrañas, y entonces…

sabrás lo que es quemarse con el veneno que sale de una boca maliciosa
Cuando hables habla cosas que bendigan, no que maldigan, si no es así,

¡Ssssh! Olvídalos

¡Mejor Calla!

Gracias por tu lindo amor. ~ carta ~

Buenos días mi amor, escribo estas líneas para expresarte el amor que de mí emana, ya que tú eres la razón de mí existir, eres el ultimo pensamiento por las noches y el primero cuando despierto. Gracias por cada día que me regalas, y aún más por las bellas noches en que me acompañas llenándome de cariño y de amor.

¿Cómo poder vivir sin decirte lo mucho que te amo? ¿Como poder vivir sin ese aliento que me dan tus besos? ¿Cómo poder vivir sin verme reflejado en tu mirada en esos ojos que cuando me miran mi corazónlate más rápidamente?¿Cómo poder decirte cuanto te amo, vida mía?

Cuando el aire fresco y la luna iluminan mis pasos, siento tu presencia; y la brisa que acaricia mi rostro me trae tu amor. Así, renazco a la vida por muy cansado que esté, ya que tú eres el aire que necesito.


Te amo vida mía, gracias, muchas gracias por permitirme el amarte día a día, noche a noche.

Te adoro vida mía...

Carta



Algo que hoy y siempre quiero regalarte...

Hay cosas que quisiera regalarte siempre,
estas son algunas de ellas:

Amistad…
para que cuando tu alma añore un amigo,
sin pensar lo busques, y ese alguien corra a tu lado.

Sonrisas…
para que cuando tus lágrimas se deslicen
por tu mejilla en un día gris y oscuro,
sean las risas las que iluminen tus tristezas.

Grandes sueños…
para que cuando en tu mente exista un vacío,
sean aquellos bosques cubiertos de invierno
los que atrapen la atención de tu pensamiento.

La fuerza de unas manos…
para que cuando tus tobillos se cansen,
los hombros de alguien te sirvan
y den fuerzas para andar.

Un ramo de abrazos…
para que cuando los tropiezos te dificulten el andar,
sean los ánimos una esperanza
que te ayuden a continuar.

Una estrella joven y brillante…
para que cada vez que el sol descanse,
sea esa fiel luz, la que te acompañe.

Un pedacito de humildad…
para que cuando los éxitos engrandezcan tu persona,
sea la sabiduría, el aire mágico que te haga valorar,
lo que otros desprecian al llegar a una nueva orilla.

Mi cariño sincero…
para que cuando sientas que nadie te acompaña,
recuerdes que en paisajes verdes o valles áridos,
mi pensamiento siempre te lleva de la mano.

Un abrazo inmenso…
para que cuando necesites sentir tus fuerzas
sean estos abrazos, el puerto de tus emociones.

Un par de lágrimas…
para que se alberguen entre tu alma y corazón,
así, si algún segundo la soberbia daña tu andar,
sea una muestra de sensibilidad ajena,
la que te ayude a no cometer injusticias.

Hoy quiero desearte....
que compartas tus alegrías con los seres que amas,
para que cuando creas que caminas en la soledad,
mil angelitos resguarden tu mirada.

Hoy quiero obsequiarte...
lo más bello que puedas recibir;
mientras transformas estas líneas en un espejo
donde encuentres ternura y belleza
en tu mirada sonriendo.

Este tipo de regalos
crecen y más grandes se hacen,
cuanto más se comparten.
Compártelo.

Autor: Ing. Gerardo M

~Carta~




No puedo dejar de recordarte

Veo que la luz se hace tenue mientras tarareo una canción.
Recuerdo que un día fue nuestra, fue “nuestra canción”.

No puedo evitar recordar lo pasado:
cuando juntos cantábamos su letra,
o cuando uno le preparaba el té al otro...
o cuando, en silencio, nos mirábamos a los ojos.


Muchas cosas se han ido ya,
y yo sigo tarareando la misma canción,
con una emoción distinta y un sabor a distante;
a veces el amor te hace sentir alucinante.

¿Sabías que aún te recuerdo al preparar el té?
También me río de las tonterías que hacías
y de las bromas que inventabas;
Aún me sonrío por la ternura que mostrabas.

Miro caer el atardecer y así como oscurece,
veo desvanecerse la luz de lo que eras, de lo que fuimos.

Se enfría mi té
mientras pienso que no me pensarás,
que te has olvidado de tantas cosas,
de tanta complicidad,
y que ahora estás feliz sin mí.


Y revivo el momento en que te fuiste.
Odio verte partir, odio verte diciendo adiós.

Miro al techo como buscando respuestas,
como buscando las estrellas que no se ven
y la luz del sol que se apagó,
pero nada encuentro, y nada encontraré.

Recuerdo cada una de tus ropas,
cada una de tus palabras
y las celebraciones de las que fuimos parte…
Recuerdo que son cosas que se han ido,
y que ahora estás feliz sin mí.

Nuevamente recuerdo los momentos tristes
y odio verte partir, odio verte diciendo adiós.
Y aún no sé por qué tuvo que ser así.

Ya no importa, ya no importa por qué tuvo que ser así.
Yo sigo tarareando aquí, sé que sin mí eres feliz.
Sé que sin mí eres feliz, y yo sigo tarareando aquí…

 Autor: Waldylei Yépez


Triste carta despedida






Vivirás en el recuerdo.

❤ Vivirás en el recuerdo, de los días más felices de nuestro amor.

❤ Vivirás en la nostalgia, de una playa sin verano, de una primavera sin rocío.

❤ Vivirás aquí en mi boca, con el último elixir de tus labios, de tu ser, de tu alma.

❤ Vivirás en mi cuerpo, con la suavidad de tu piel, con el calor de tu alma, de tus besos.

❤ Vivirás en mi corazón,
en cada amanecer de mi vida
y existencia.

Vivirás en el recuerdo y verás que no es tan fácil olvidar cuando se ha aprendido amar, de la forma que te he enseñado.

Vivirán quizás otras emociones, otros sentimientos pero verás al final que no podrás ser feliz, porque mis recuerdos y mi presencia estará siempre contigo.

Vivirás quizás muy lejos de mí, quizás en otras latitudes, quizás algún otro verano con el vuelo de una golondrina te traiga a la mente mi sonrisa y sabrás aún que existo.


Vivirás en el recuerdo,
de los momentos más locos
y bellos de nuestro amor.


Vivirás y recordarás en la soledad cada instante,
cada momento de nuestro amor.

Vivirás y quizás una lágrima ruede por tu mejilla,
entonces sabrás que sí me amaste.
❤ Vivirás esa nostalgia de no tenerme, de perderme, pero ya será tarde, porque nuestros caminos estarán más separados, con rumbos diferentes, porque la distancia es como el viento, se lleva con el tiempo el olvido...

Wednesday, December 04, 2013

La rosa



Como tratar a una rosa.
Juan se sentía solo, volvía a su departamento, y el silencio era el único que lo esperaba. Juan estaba triste, Juan estaba solo, muy solo. Y Juan tuvo una brillante idea:
- Compañía, eso lo que necesito, compañía. Y alegre se puso a pensar que tipo de compañía.
De chico le habían dicho que lo ideal para compañía era una rosa. También le habían advertido que las rosas tenían espinas y que si uno no era cuidadoso, en vez de disfrutar el placer de mirarlas, tocarlas y oler el perfume que emitían, podían terminar lamentándose todo el día de que la rosa era mala, que cada vez que uno se acercaba lo pinchaba a propósito con sus espinas, y otras tantas advertencias del mismo género.
Pero para Juan el riesgo valía la pena. Quería una rosa y salió a buscarla. Y cuando uno busca mucho siempre encuentra lo que busca.
Así Juan salió decidido a la calle y, oh casualidad, a la vuelta de la oficina donde trabajaba la vio, estaba ahí delante de sus ojos, como había estado ella durante meses esperándolo y mirándolo cada vez que él pasaba, pero nunca se habían cruzado miradas. Pero esta vez Juan estaba decidido a ser feliz y se acerco directamente a ella, tan directamente que la hizo temblar.
Juan la miró, y quedó totalmente embriagado y envuelto por su perfume. Juan estaba enamorado. Luego de un rato de pleno éxtasis Juan se decidió. Dio media vuelta y encaró al padre de la dama.
- ¿Cuánto cuesta?, preguntó con voz firme.
- Veinte pesos, contestó el Vendedor de Flores, sorprendido por la pregunta tan imprevista, pues ni siquiera le había dicho buen día, y agregó ya recompuesto.
- Con diez pesos más se lleva esta maceta hermosa, señalando una roja de cerámica.
A los pocos minutos Juan salía feliz del negocio con María, pues así le había puesto de nombre a la rosa. María salió alegre a la calle, en los brazos de Juan y vestida con su hermoso vestido de maceta roja.

Juan llegó a su casa, puso a María en el mejor lugar, donde podía recibir la luz de la mañana, luego guardó el comprobante de compra de la rosa y finalmente se sentó a su lado. El resto de la tarde se deleitó mirándola y sintiéndola.
Los primeros días fueron realmente una "Luna de Miel".
A la noche Juan se llevaba a María al dormitorio para tenerla al alcance de su mano.
La luna de miel entre ellos duró poco.
Una noche Juan entre sueños acercó su mano para acariciar a María y de pronto el dolor intenso y una gota de sangre salió de su dedo índice. María, con sus espinas lo había lastimado. Juan sintió que el dolor pasaba pero volvieron a su mente las advertencias: cuidado con las rosas, cuando tu quieres brindarles amor ellas te lastiman intencionalmente con sus espinas.

Al día siguiente Juan se olvidó de ponerle agua en la maceta a la Rosa, también se olvidó de ponerla al sol, y así hizo los siguientes tres días.
Fue el sábado que Juan al entrar al dormitorio la vio.
María estaba triste, sus pétalos que antes eran hermosos, estaban caídos sobre la mesita de luz.
Su tierra reseca.
Juan sorprendido por la actitud de María, buscó la factura de compra, pues tenía anotado en teléfono del negocio de plantas y llamó para reclamar.
- ¿Qué problema tiene con la planta que le vendí? preguntó el vendedor.
-¿Qué no la riega, ni la pone al sol desde hace tres días? preguntó el vendedor indignado.
Juan cortó, medio disculpándose por su ignorancia y se puso a regar a la rosa, pero no podía evitar recordar con bronca lo que ella le había hecho: lo había lastimado cuando el se acercó, y seguramente lo había hecho con intención.
Y comenzó a regarla hasta inundarla de agua, mientras pensaba...
- Voy a inundarla bien, así no la riego por siete días.
- Voy a dejarla al sol así no necesito moverla.
Y luego Juan se fue a hacer otras cosas, sus cosas, las que eran realmente importantes para él.
Y María siguió perdiendo pétalos. Ya no emitía ningún perfume, ya no sentía la energía y la palabra de Juan, y María se dejaba morir.

Pasaron otros tres días y Juan fue a un cine solo. Durante la película vio una escena que lo conmovió, y de pronto apareció la imagen de María ante sus ojos con sus pétalos caídos. Juan sintió en el fondo de su ser que María se moría de pena, y se dio cuenta que la amaba, que extrañaba sus formas, su tersura, su perfume, y Juan salió a las corridas del cine y volvió a su casa.
Encontró a María desfalleciente, la tomó entre sus brazos, le sacó el agua en exceso de la maceta, y le habló del amor que le tenía, durante toda la noche. A la mañana la puso al sol, le agregó un poco de fertilizante, y así la cuidó en su convalecencia que duró casi un mes.

Al mes María estaba radiante y enamorada como siempre.
Y ese día Juan tomó el comprobante de compra y rompiéndolo en mil pedacitos le dijo a María
- Alguna vez creí, equivocadamente, que porque te había comprado y puesto el comprobante de compra bajo la maceta podía decirte - " soy tu dueño, y no te riego".
- Hoy me doy cuenta que nuestra relación se sustenta en cambio en el amor diario que nos podamos dar, en que yo te riegue todos los días con mi amor, mientras tu me llenas con tu hermoso perfume, tu tersura, tu compañía y y tu hermoso perfume.
Que todos los cuidados que yo te haya dispensado en el pasado, vivirán siempre como un maravilloso recuerdo, pero que no son suficientes para el día de hoy.
Y que a partir del día de hoy, para poder disfrutarte te seguiré regando día tras día.
Y además tendré presente que si me encuentro con tus espinas puede ser, que parte de la culpa sea mía por no saber acercarme a ti.

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon
Extraído del libro "Los cuentos de Dino"

El sol y el viento

El sol y el viento discutían sobre cuál de dos era más fuerte. 
La discusión fue larga, porque ninguno de los dos quería ceder. 
Viendo que por el camino avanzaba un hombre, acordaron en probar sus fuerzas desarrollándolas contra él. 
-Vas a ver - dijo el viento - como con sólo echarme sobre ese hombre, desgarro sus vestiduras. 
Y comenzó a soplar cuanto podía. Pero cuanto más esfuerzos hacían, el hombre más oprimía su capa, gruñendo contra el viento, y seguía caminando. 
El viento encolerizado, descargó lluvia y nieve, pero el hombre no se detuvo y más cerraba su capa. Comprendió el viento que no era posible arrancarle la capa. 
Sonrió el Sol mostrándose entre dos nubes, recalentó la tierra y el pobre hombre, que se regocijaba con aquel dulce calor, se quitó la capa y se la puso sobre el hombro. 
-Ya ves - le dijo el Sol al Viento - como con la bondad se consigue más que con la violencia.


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Los seres humanos deberíamos pensar profundamente acerca de nuestras acciones. 
Utilizamos la violencia, la ironía, la agresividad, la sorna y la burla para tratar de lograr nuestros objetivos. Pero no nos damos cuenta de que, la mayoría de las veces, con esos métodos, son más difíciles de alcanzarlos. Siempre una sonrisa puede lograr mucho más que el más fuerte de los gritos. Y basta con ponerse por un momento en el lugar de los demás para comprobarlo. ¿Preferimos una sonrisa o un insulto?... ¿Preferimos una caricia  o una bofetada?... ¿Preferimos una palabra tierna o una sonrisa irónica?... Pensemos que los demás seguramente prefieren lo mismo que nosotros... Entonces tratemos a nuestros semejantes de la misma manera en la que nos gustaría ser tratados... Así veremos que todo será mejor... Que el mundo será mejor... Que la vida será mejor...

  Reflexión: Graciela Heger A.
 



Historia y leyenda de la flor de nochebuena ~2




En todo el mundo se conoce una flor en forma de estrella como la "flor de nochebuena". Cuántas veces nos hemos detenido a contemplar sus hermosos colores : rojo y verde. En la época decembrina por todos lados la vemos y llega a convertirse en un símbolo que parece decirnos en cada pétalo*: ¡Feliz Navidad! ¿Pero por qué es esa flor y no otra? ..Pues volviendo al tema de los colores, recordemos que ya los celtas veneraban el muérdago por sus hojas erizadas con sus bayas rojas, que colocadas en forma de corona eran el símbolo de la pasión de Cristo. Pero también sabemos que el color verde significaba inmortalidad y esperanza desde tiempos remotos.
Otros ritos ancestrales referentes al año nuevo, nos hablan de la quema de ramas frescas de pino en honor de una diosa llamada Herta o Bertha, y así encontramos que si el verde ha venido representando fertilidad y regeneración, algo semejante lo ha sido el color rojo; aunque éste haga referencia a la renovación de la vida, a merced del renacimiento del sol durante el solsticio.
Ya enterados del significado de sus colores entenderemos por qué nuestra CUETLAXOCHITL se convirtió en la "flor de nochebuena", originaria de nuestro país, de la Sierra de Taxco Guerrero; y la cual ya en los tiempos prehispánicos significaba la pureza de la sangre sacrificada al astro rey para renovar su fuerza creadora que haría que el universo entero siguiera su marcha.
Pero tenemos también una hermosa leyenda que data de hace varios cientos de años y que surgió en alguno de nuestros pueblitos mexicanos.
Dicha leyenda cuenta la tierna historia de una niña de escasos diez años cuya madre tenía el encargo de tejer una cobija nueva para el pesebre del Niño Jesús de su iglesia, ya que la que tenía estaba muy vieja y raída. Ella aceptó encantada la distinción que le confería el párroco, empezó a elaborarla con gran entusiasmo, pero al caer gravemente enferma no pudo terminarla y la dejó a medias en el telar. La niña preocupada intentó acabarla, pero sólo consiguió enredar todos los hilos y las madejas. Al día siguiente, al atardecer, empezó la procesión al templo de todos los lugareños y la pequeña escondida detrás de un gran matorral, llorando, los veía pasar con enorme tristeza pues su madre seguía enferma y no había cobijita nueva para el Niño. De pronto se le acercó una anciana bondadosa y le preguntó qué le pasaba. Lucina, que así se llamaba la niña, le contó toda su pena y la buena mujer la consoló diciéndole que ya no se preocupara pues su mamá ya había sanado y que se apurara a cortar unas ramas de esa planta que la escondía y se las llevara como obsequio al Santo Niño.
La niñita, no daba crédito a lo que oía, pero obedeció dócilmente a la señora y con un manojo de aquellas ramas llegó corriendo al templo. Colocó con gran cuidado las varas alrededor del pesebre , mientras la gente en silencio la observaba. De pronto todo se iluminó y de cada rama había surgido una enorme estrella roja que entibió rápidamente el ambiente. La niña sonrió pues seguramente el divino Niño ya no pasaría más frío. Llena de contento salió corriendo y vió que todos los matorrales de la calle y las montañas, lucían estrellas radiantes iguales a las que había en el pesebre y que su humilde presente se había convertido en el más resplandeciente de todos los regalos.
El nombre científico, con en cual se conoce esta bella flor mexicana, es el de "poinsettia" en honor del cónsul norteamericano que en el siglo 19 la transportó a los Estados Unidos y de ahí fue llevada al resto del mundo.


Susana Medina 

Leyenda de la flor de nochebuena ~ 1




Durante la temporada navideña, la flor de Nochebuena es muy popular en los Estados Unidos. Pero muchos no saben que la flor es originaria de México.
En español, la flor tiene muchos nombres como la flor de Nochebuena, la flor de Pascua, la flor de fuego, la estrella de Navidad y la corona de los Andes. Los indígenas mexicanos la llamabancuetlazochitl, que significa "la flor de pétalos resistentes como el cuero". Para los aztecas, la flor roja era símbolo de la sangre de los sacrificios que ofrendaban al sol.
En los EEUU, la flor es conocida como la poinsettia en honor de Joel Poinsett, botánico y el primer embajador estadounidense a México.
En México hay una leyenda sobre la flor. Se dice que había una niña muy pobre que lloraba porque no tenía regalo para dar al niñito Jesús en el altar de su iglesia. Un ángel escuchó sus oraciones, y le dijo que cortara las ramas de algunas plantas cerca del camino. Cuando llegó la niña al altar, al contacto con sus lágrimas, de las ramas brotaron bellas flores rojas y resplandecientes. Eran las primeras flores de Nochebuena. Ya tenía regalo adecuado para el niñito Jesús.

Benditos sean



Benditos sean los que tienden la mano para ayudar, los que intentan comprender, los que anhelan compartir.

Benditos sean lo que para dar su opinión no necesitan subirse a ningún podio, los que se hacen tiempo para escuchar y los que saben que siempre hay algo por aprender.

Benditos sean aquellos que tratan de pulir y de borrar sus mezquindades y no simplemente de ocultarlas.

Benditos sean los buenos amigos y el culto a la amistad.

Benditos sean los que llenan las noches de filosofía, los que riegan los caminos hacia la utopía con batallas épicas y los que a cada historia de amor la cargan de locuras.

Benditos sean los que disfrutan del sol y de la luna, del cielo abierto y de la noche cerrada, de escalar la montaña y de zambullirse en el mar.

Benditos sean los que pueden eludir la costra y ver la esencia, los que pueden gozar de la poesía que tiene este mundo maravilloso.

Benditos sean los que no abandonan sus principios ni sus raíces, pero que no se cierran a los cambios ni renuncian a intentar volar.

Benditos sean los que sueñan despiertos, sobre todo si sueñan mejorar el mundo que los rodea,
y benditos los que del sueño saltan a la acción.

Benditos los que leen lo que otros escriben, los que escuchan atentamente a quienes tienen necesidad de hablar y los que pierden, a conciencia, para que gane un ser querido.

Benditos sean los que odian el egoísmo, el dolor, y la apatía ante la injusticia.

Benditos sean los que creen que nunca se llega al ideal pero luchan con pasión infatigable por sus ideales.

Benditos sean los que entienden que el amanecer en la playa, el pan recién horneado, la música y las caricias son partes de una fiesta que merecemos todos.

Benditos sean los que piden perdón, los que dicen gracias y los que no se olvidan de decir por favor.

Benditos sean los que aspiran que el mundo tenga lugar suficiente tanto para la hormiga laboriosa como para la cigarra, con su tan necesario arte.

Benditos sean los que quieren abolir las quejas, los que quieren que asciendan mucho los de abajo
y desciendan un poco los de arriba, benditos los que quieren que la muerte muera.

Benditos sean los que no subsisten sollozando, mientras esperan el milagro, sino que se proponen forjar algo milagroso.

Benditos sean los que se arriesgan por las causas perdidas, por conquistar corazones y por el bien de los amigos.

Benditos sean los que se arriesgan a mostrar sus sentimientos.

Benditos sean los que se arriesgan.

Benditos sean los que aman la vida.

Benditos sean todos los lugares donde hemos estado, los lugares donde quiero llevarte, los lugares donde estaremos juntos.

Bendito sea el camino que me llevó a conocer tu sonrisa, puerta de tu alma.

Benditos sean tus ojos, porque es bueno que lo sepas, aun en la soledad más profunda me acompaña tu mirada.

*El primer suspiro de Amor...es el último de la razón*

Tuesday, December 03, 2013

Andar en bicicleta con Dios





Al principio veía a Dios como el que me observaba, como un juez que llevaba cuenta de lo que hacía mal, como para ver si merecía el cielo o el infierno cuando muriera.

Era como un presidente, reconocí su foto cuando la ví, pero realmente no lo conocía.

Pero luego reconocí a mi Poder Superior.

Parecía como si la vida fuera un viaje en bicicleta, pero era una bici de dos, y noté que Dios viajaba atrás y me ayudaba a pedalear.

No sé cuando sucedió, no me di cuenta cuando fue, que Él sugirió que cambiáramos lugares, lo que sí se es que mi vida no ha sido la misma desde entonces…

Mi vida con Dios es muy emocionante. Cuando yo tenía el control, yo sabía a donde iba.

Era un tanto aburrido pero predecible.

Era la distancia más corta entre dos puntos.

Pero cuando Él tomó el liderazgo, Él conocía otros caminos, caminos diferentes, hermosos, por las montañas, a través de lugares con paisajes, velocidades increíbles.

Lo único que podía hacer era sostenerme, aunque pareciera una locura, Él sólo me decía: ¡Pedalea!.

Me preocupaba y ansiosamente le preguntaba, “¿A dónde me llevas?”

Él sólo sonreía y no me contestaba, así que comencé a confiar en Él.

Me olvidé de mi aburrida vida y comencé una aventura, y cuando yo decía “estoy asustado”, Él se inclinaba un poco para atrás y tocaba mi mano.

Él me llevó a conocer gente con dones, dones de sanidad y aceptación, de gozo.

Ellos me dieron esos dones para llevarlos en mi viaje. Nuestro viaje, de Dios y mío.

Y allá íbamos otra vez.

Él me dijo “Comparte estos dones, dalos a la gente, son sobrepeso, mucho peso extra”.

Y así lo hice… a la gente que conocimos, encontré que en el dar yo recibía y mi carga era ligera.

No confié mucho en Él al principio, en darle el control de mi vida.

Pensé que la echaría a perder, pero Él conocía cosas que yo no sabía acerca de andar en bici… secretos.

Él sabía como doblar para dar vueltas cerradas, brincar para librar obstáculos llenos de piedras, inclusive volar para evitar horribles caminos.

Y ahora estoy aprendiendo a callar y pedalear por los más extraños lugares.

Estoy aprendiendo a disfrutar de la vista y de la suave brisa en mi cara y sobre todo de la increíble y deliciosa compañía de mi Dios.

Y cuando estoy seguro que ya no puedo más, Él sólo sonríe y me dice:

“¡Pedalea!”

A veces es dificil creer en Dios cuando lo que vivimos no se asemeja a lo que esperabamos de la vida.

Cuando los tiempos son dificiles, cuando la incertidumbre parece ser nuestra unica compañia, cuando la soledad se queda a vivir en casa, y cuando nos sentimos desfallecer porque la debilidad se apodera de nosotros parece que Dios nos abandonó…

Sin embargo en esa debilidad es cuando podemos encontrarlo, pues es ahí, en ese momento, en que se muestra más que en otros y se acerca para ayudarnos a seguir.
Nos tiende sus manos, nos levanta, y nos guía.

Hablamos de fe, pero muchas veces nuestra fe es tan chiquita, tan tierna que como un nuevo brote de una planta ante la minima brisa se desprende.

Fe es sentir que todo es posible, que no estamos solos.

Ante las adversidades, nos resistimos.

Nuestra angustia no nos permite avanzar, nos bloqueamos, nos dejamos morir un poco, renegamos por lo que nos tocó vivir y
no hacemos nada por volver a empezar.

Tampoco nos detenemos a mirar a Dios y abrirle nuestro corazón para que nos sane y para que alivie el peso que tenemos en él.

Quizás Él solo nos está gritando: -”¡Pedalea!” y nos pide que nos tomemos fuertes de ese autobus que puede llevarnos hacia un futuro mejor.

Aun con un hilo de fe, tomemos los barrotes de subida y dejemos que Dios nos acompañe.

Cerremos los ojos, solo nos pide que confiemos en Él.

Graciela De Filippis

¿Buena suerte ?



Un labrador tenía un caballo y se le escapó.

Los vecinos lo lamentaron. El decía: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?”.

El caballo volvió con una tropilla de caballos.

Entonces lo felicitaron. Él repetía: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?”.

Su hijo al querer domar uno, se rompió una pierna. Lo compadecieron. “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?”.

Entonces, pasó por allí el ejército y sólo reclutó a los jóvenes sanos. Lo felicitaron. El permanecía impermutable: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?”.

Lo que parece un contratiempo puede ser  una suerte, y al revés. Dejemos a Dios decidir.

“Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman” (Rom 8,28) .

Dios es el Padre y sabe lo que nos conviene. Un buen hijo se fía siempre de su Padre porque sabe que quiere lo mejor para él.

Justo López Melús



Si alguien te busca


Con frío… es porque tienes calor.

Con alegría… es porque tienes una sonrisa.

Con lágrimas… es porque tienes un pañuelo.

Con versos es… porque tienes la música.

Con dolor es… porque tienes el remedio.

Con palabras es… porque sabes oír.

Con hambre es… porque tienes el alimento.

Con besos… es porque tienes miel.

Con dudas… es porque sabes el camino.

Pidiendo limosna… es porque tienes más que Él.

Con desanimo… es porque tienes la realidad.

Desesperado… es porque tienes la serenidad.

Con entusiasmo… es porque tienes el brillo.

Con secretos… es porque tienes su confianza.

Con tumultos… es porque tienes las respuestas.

Con confianza… es porque te la haz ganado.

Con miedo… es porque tienes el amor.

¡Nadie llega por accidente o casualidad a Ti!

Las puertas de la vida

No salgas de la infancia apresuradamente.
Luego querrás recuperar esos años.

No entres a la adolescencia convencido de que dominarás al mundo.
La vida te llevará por caminos que todavía no sospechas.

No salgas de la adolescencia desperdiciando tu juventud.
La juventud pertenece a todos, pero no es de nadie, ni en nadie queda.

No entres en la madurez creyendo que has vencido todas las etapas y que el triunfo llegará mañana.
La felicidad, único triunfo, se encuentra en disfrutar todas las etapas de un camino, no al final de la ruta.

No recorras la madurez sin crear un tesoro del espíritu.
Los tesoros de la tierra no son herencia para tus hijos.

No salgas de la madurez convencido que has triunfado.
Tu triunfo lo me dirá el recuerdo que dejes.

No salgas de la madurez creyendo haber sido derrotado.
Algo habrás dejado por pequeño que sea.

No entres a la vejez creyendo que el destino te ha sido adverso.
Has sido tú quien lo ha elaborado.

No salgas de la vejez sin entregar tus consejos.
Otros infantes, otros adolescentes, otros maduros y otros mayores te han mirado y querrán imitarte.

Monday, December 02, 2013

Como el lápiz



El niñito miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado le preguntó:

- ¿Abuelo, estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos?
¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?

El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:
- Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.

El nieto miró el lápiz intrigado, y no vio nada de especial en él, y preguntó:
- ¿Qué tiene de particular ese lápiz?

El abuelo le respondió:
- Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán siempre de ti una persona en paz con el mundo.

Primera cualidad: Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.

Segunda cualidad: De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estará más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.

Tercera cualidad: El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.

Cuarta cualidad: Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.

Quinta cualidad: Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos. Por eso intenta ser consciente de cada acción.

Escalera de la vida

Sube los escalones de tu existencia. Despacio, cauteloso, con mucha calma, inteligencia y  buena voluntad, sube los escalones.
Pensando siempre en la gloria que se encuentra en lo más alto de la escalera que estás subiendo.
No cedas ni un segundo al desánimo; no permitas que la indecisión te domine.
Aprende a superarlos. El mundo pertenece a los seres optimistas, positivos y sinceros; nunca será de los cobardes, quejosos, indecisos, mentirosos y deshonestos, estos últimos se quedan en los primeros escalones de la gran escalera.
Prosigue en línea recta, buscando tus sagrados objetivos, en nombre del Creador a quien debemos la vida, hónrala.
Si alguien no te recibe de buena gana, ni acepta tu buena intención, no pierdas el tiempo en comentarios y sentencias acusatorias, pues tal actitud no soluciona el problema.
Y si te caes antes de llegar al escalón al que te propusiste llegar, no te desanimes, porque el caer es una oportunidad para levantarte y reaccionar, continua subiendo nuevamente con más fuerza y altruismo.
Victoria no es nunca haber caído, sino levantarse de la caída y seguir alegremente, prometiéndote a ti mismo, mirar con orgullo los demás escalones que se encuentran adelante y altivamente seguir subiendo.
Sube, sube siempre con coraje, con firmeza con sabiduría y un fuerte deseo de vencer, imponiéndote el más alto concepto de una vida digna, honrada y bien vivida.
Acuérdate, la victoria es de los que luchan contra las situaciones desfavorables, sin perder el vigor, la fe, y el ideal de la vida.
Si no vences es porque te dejaste contaminar por la ola negra del mal y perdiste el deseo de luchar hasta el final porque, quien lucha, dando el verdadero esplendor a la vida, al bien y persiste sin retroceder...

¡Vencerá!
TODOS LOS QUE CREEN EN SUS IDEALES Y  SE ESFUERZAN

POR ALCANZARLOS... VENCEN

Anónimo

Los buenos padres



Los buenos padres no le dan a su hijo todo lo que necesita,
Le enseñan que él es capaz de conseguir lo que quiere.

Los buenos padres no buscan hacer feliz a su hijo,
Le enseñan que la felicidad depende de cada uno.

Los buenos padres no le dan oportunidades a su hijo,
Le enseñan a buscarlas, a crearlas y a aprovecharlas.

Los buenos padres no le dan a su hijo lo mejor para que sea feliz,
Le enseñan a disfrutar y a encontrar lo mejor, aún en lo más sencillo.

Los buenos padres no le enseñan a su hijo a superar siempre a los demás,
Le enseñan a superarse a sí mismo.

Los buenos padres no le enseñan a su hijo a decir todo lo que piensa,
Le enseñan que lo que pensamos no es la verdad absoluta y que debemos
ser cautelosos al expresar nuestras opiniones, teniendo en cuenta los
sentimientos de los demás.

Los buenos padres no le resuelven los problemas a su hijo,
Le enseñan a asumir responsabilidad y a aprender de sus errores.

Los buenos padres no le enseñan a sus hijos a evitar los fracasos,
Le muestran que el fracaso es parte del camino hacia el éxito.

Los buenos padres no convencen a su hijo de su importancia en la sociedad,
Le enseñan que sirviendo se volverá importante para ella.

Los buenos padres no le enseñan a su hijo a ser crítico y resentido ante las injusticias,
Le enseñan a contribuir en paz y a construir la justicia.

Lágrimas de mujer



"¿Por que lloras mamá?" le preguntó un niñito a su madre.
"Porque soy mujer" le contestó la mujer.
"Pero, yo no entiendo", dijo el niño.
Su madre se inclinó hacia él y abrazándolo le dijo, "Y nunca lo entenderás"...


Más tarde el niñito le preguntó a su padre: "¿Por qué mamá llora a veces sin ninguna razón?".
"Todas las mujeres lloran siempre sin ninguna razón". Era todo lo que el padre le podía contestar.


El pequeño niño creció y se convirtió en todo un hombre, preguntándose todavía por qué era que las mujeres lloraban.
Un día el niño convertido en hombre se arrodilló y le preguntó a Dios:
"Dios : ¿Por qué lloran tan fácilmente las mujeres?"

Y Dios le dijo :
- Cuando hice a la mujer tenía que ser algo especial. Hice sus hombros suficientemente fuertes como para cargar el peso del mundo entero, pero a la misma vez lo suficientemente suave para confortar a quien lo necesite.
- Le di una inmensa fuerza interior para que pudiera soportar el dolor de dar a luz y hasta el rechazo que muchas veces proviene de sus propios hijos.
- Le di una dureza que le permite seguir adelante y cuidar a su familia a pesar de las edades y la fatiga y sin quejarse aun cuando otros se rinden.
- Le di la sensibilidad para amar a un niño bajo cualquier circunstancia, aun cuando su niño la haya lastimado mucho. Esa misma sensibilidad que hace que cualquier tristeza, llanto o dolor del niño desaparezca y que le hace compartir las ansiedades y miedos de la adolescencia e incluso de la edad madura...
- Le di la fuerza suficiente para que pudiera perdonar las faltas a su esposo y la moldeé de una de sus costillas para que ella pudiera cuidar de su corazón.
- Le di sabiduría para saber que un buen esposo nunca lastimaría a su esposa y a veces le pongo pruebas para medir su fuerza y su determinación para mantenerse a su lado a pesar de todo.
- Le di lágrimas de las reales que brotan de ella exclusivamente cuando su ser necesita expresarse más allá de las palabras.
- Esa es su única debilidad...lágrimas que piden perdón por los errores y la dureza del corazón de la humanidad".


Le doy gracias a Dios por haber creado a la mujer. Le doy gracias a Dios por mi madre, mis hermanas, mis hijas, mis amigas, mis primas...


Y .... a esos hombres que tienen mujeres en sus vidas, que aprendan a valorarlas y a conocerlas en la dimensión en que Dios las creó.

La vida es una copa llena de felicidad





La vida es una copa plena de felicidad, pero nunca se te da llena.
Te dan un sorbito de vez en cuando, un sorbito que tienes que ir llenando gota a gota todos los días, para sobrevivir.

No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca.

Nacemos para luchar por la felicidad... casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos.

La felicidad no se va buscando en bienes y placeres. Se actúa bien y ella sola se nos va presentando.

La felicidad no es estar añorando y extrañando todo lo que nos falta sino encajar en todo lo que tenemos.

No vendas tu felicidad...¡regálala!

No busques para ella fórmulas sencillas ni baratas... Cuesta trabajo, son caros los ingredientes:

Compartir lo que tienes
Amar sin exigencias
Perdonar sin cicatrices
Aceptar sin perfecciones
Agradecer lo que te dan
¡Y no rendirte nunca!

Todo tiene que ir armonizando...... Del panal, un poquito de miel
Del mar un poquito de sal
De la vida un toquecito de optimismo
De la imaginación, algo de sueño
Del dolor, algo de raíz
¡ Y de la fe, algo de roca!

No somos felices, porque no sabemos como llenar nuestra copa, porque no sabemos dar a la vida un máximo de calidad y rendimiento, porque miramos al mundo como un esclavo, al camino empedrado como un imposible, a la mala suerte como una sombra que nos persigue, ¡ al ideal como algo inalcanzable !

No olvides que la más linda manera de ser Feliz es ocuparse de que otros lo sean.
Da mucho de ti mismo y la felicidad llegará SOLA

Llena tu copa...! y salda tu cuenta siendo Feliz.

Sunday, December 01, 2013

Honremos la vida




Muchos tenemos un mapa de carreteras que indica el curso que imaginamos que deberían tomar nuestras vidas.

Es importante avanzar en la dirección correcta, pero si quedamos atrapados por las preocupaciones sobre nuestro destino final, olvidamos disfrutar del paisaje, de cada nuevo día.

Recuerda que algunas de las secretas alegrías de la vida no se encuentran en afanarse en ir desde el punto A hasta el punto B, sino, en inventar algunos otros puntos imaginarios a lo largo del camino.  El viaje que estás realizando, es magnífico. No temas explorar territorio desconocido.

Si llegas a perderte, vas a tropezar con algunos de los descubrimientos más interesantes que puede hacer.

Deambula por caminos que nunca has recorrido o por otros que jamás volverás a tener la oportunidad de recorrer.

La Vida no es una guía de viaje que debes seguir, es una aventura que hay que emprender.
Alin Austin

La familia del tiempo

Yo soy parte de la vida de aquellos que tienen amigos, porque tener amigos es ser Feliz.

Yo soy parte de la vida de aquellos que viven rodeados por personas como ustedes, pues vivir así es ser Feliz.

Yo soy parte de la vida de aquellos que creen que ayer es pasado, mañana es futuro y hoy es un regalo, por eso es llamado presente.

Formo parte de la vida de aquellos que creen en la fuerza del Amor, que creen que para una historia bonita no hay punto final.

Yo estoy casada, ¿sabían? Estoy casada con el Tiempo. ¡Ah!... mi marido es lindo!
El es responsable de la solución de todos los problemas. El reconstruye los corazones, él cura lastimaduras, él vence la Tristeza...

Juntos, el Tiempo y yo, tuvimos tres hijos: La Amistad, la Sabiduría, y el Amor.
La Amistad es la hija mayor.
Una muchacha linda, sincera, alegre. Ella brilla como el sol.
La Amistad une a las personas, nunca pretende herir, siempre consolar.

La del medio es la Sabiduría, culta, íntegra, siempre fue la más apegada al padre, el Tiempo.
La Sabiduría y el Tiempo andan siempre juntos.

El menor es el Amor. ¡Ah! ¡cuánto trabajo me da!
Es terco, a veces sólo quiere vivir en un lugar...
Yo vivo diciendo:
"Amor, usted fue hecho para vivir en dos corazones, no en uno".

El Amor es complejo, pero es lindo, ¡muy lindo!
Cuando el comienza a hacer estragos y perjuicios yo llamo a su padre, y pronto el Tiempo sale a cerrar todas las heridas que el Amor abrió.

Una persona muy importante me enseñó una cosa:
Todo final siempre es verdadero... si todavía no conoce su verdad, es porque no llegó el final. Por eso, me atrevo a pedirle algo: crea siempre en mi familia.

Crea en el Tiempo, en la Amistad, en la Sabiduría y principalmente en el Amor.
Y con seguridad un día, yo, la Felicidad, golpearé a su puerta!!!