Wednesday, January 27, 2016

Feliz día de San valentine


Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde trabajo, para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa y mientras lo curaba, le pregunté qué era eso tan urgente
que tenía que hacer.
Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos, para desayunar con su mujer que vivía allí. Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
Mientras terminaba de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
–No, me dijo. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce. Entonces, le pregunté extrañado:
–Si ya no sabe quién es usted, ¿Por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas? Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo:
–«Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella»
Tuve que contener mis lágrimas mientras salía y pensé: Esa es la clase de amor que quiero para mi vida.
«El verdadero amor no se reduce a lo físico, ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es»?




Sunday, January 24, 2016

El tiempo y la compensación

Había una joven que tenía de todo, un marido maravilloso, unos hijos perfectos, un empleo que le daba muchísimas satisfacciones y una familia unida. Pero a pesar de eso, no conseguía armonizar todas sus tareas entre el trabajo y los quehaceres de la casa. Y las ocupaciones del trabajo le sobrepasaban. Si el trabajo le consumía mucho tiempo, ella lo quitaba de los hijos, si surgían problemas, ella dejaba de lado al marido... Y así las personas que ella amaba eran siempre dejadas para después. Hasta que un día, su padre, un hombre muy sabio le trajo un regalo. Era una planta carísima y rarísima, de la cual sólo había un ejemplar en todo el mundo.Y le dijo: Hija, esta planta te va a ayudar mucho más de lo que imaginas. Tan sólo tendrás que regarla y podarla de vez en cuando. A veces deberás conversar un poco con ella, y a cambio, ella te dará unas flores y un perfume maravillosos.

La joven se quedó muy emocionada con el regalo, a fin de cuentas, la planta era única y de una belleza sin igual. Pero el tiempo fue pasando y los problemas siguieron. El trabajo ocupaba todo su tiempo y así, inmersa en sus ocupaciones, no tenía tiempo para cuidarla.

Cuando llegaba a casa, miraba la planta y las flores que todavía estaban, no mostraban señal de flaqueza o de muerte, parecían hermosas y fragantes, así que ella pasaba de largo y seguía atendiendo otras ocupaciones y deberes. Hasta que un día sin más, la planta murió. Cuando la joven llegó a casa, se llevó un susto. La planta estaba completamente muerta, su raíz estaba reseca, sus flores caídas y sus hojas amarillentas. La joven lloró con tristeza y contó a su padre lo que había ocurrido.

Su padre entonces respondió: Yo ya me imaginaba que eso ocurriría, y no te puedo dar otra planta, porque no existe otra igual a esa, ella era única, como lo son tus hijos, tu marido y tu familia.





“El Señor te los dio, pero tú tienes que aprender a regarlos, podarlos y darles la atención que merecen y necesitan, pues al igual que la planta, los sentimientos y los afectos, también pueden secarse y morir.