Saturday, December 14, 2013

Recibí flores hoy


No es mi cumpleaños o ningún otro día especial; tuvimos nuestro primer disgusto anoche y él me dijo muchas cosas crueles que en verdad me ofendieron. Pero sé que está arrepentido y no las dijo en serio, por que él me mandó flores hoy.
No es nuestro aniversario o ningún otro día especial; anoche me lanzó contra la pared y comenzó a ahorcarme.

Parecía una pesadilla, pero de las pesadillas despiertas y sabes que no es real; me levanté esta mañana adolorida y con golpes en todos lados, pero yo sé que está arrepentido; por que él me mandó flores hoy.

Recibí Flores hoy y no es día de San Valentín o ningún otro día especial; anoche me golpeó y amenazó con matarme; ni el maquillaje o las mangas largas podían esconder las cortadas y golpes que me ocasionó esta vez.

No pude ir al trabajo hoy, porque no quería que se dieran cuenta. Pero yo sé que está arrepentido; por que él me mandó flores.

Recibí Flores hoy y no era el día de las madres o ningún otro día especial. Anoche el volvió a golpearme, pero esta vez fue mucho peor.

Pero si logro dejarlo, ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo podría yo sola sacar adelante a los niños? ¿Qué pasará si nos falta el dinero? ¡Le tengo tanto miedo! dependo tanto de él que temo dejarlo. Pero yo sé que está arrepentido, por que él me mandó flores hoy.

Recibí Flores hoy. Hoy es un día muy especial: ?Es el día de mi funeral?.

Anoche por fin logró matarme. Me golpeó hasta morir.

Si por lo menos hubiera tenido el valor y la fortaleza de dejarlo. Si hubiera leído el miedo en los ojos de mis hijos. Si hubiera aceptado ayuda profesional, ¡Hoy no hubiera recibido flores!

Hay personas....

Hay quienes viven encadenados a un fracaso o a una herida del pasado que nunca deja de supurar. Son personas que se amargan hoy porque hace muchos años fueron abandonados, porque no pudieron estudiar lo que querían, porque su pareja los traicionó, porque perdieron injustamente su trabajo, o por lo que sea.
No han perdonado ni se han perdonado por lo sucedido y siguen dándole vueltas a su amargura, torturándose con sus errores y sus rencores.
Como dicen por ahí: “parecen estatuas de sal que no logran vivir el presente de tanto mirar hacia atrás”
Hay otros que también viven centrados en el pasado, pero estos no por amargura sino por añoranza, son esas personas a las que no les gusta el presente, pero tampoco tienen el valor necesario para mejorarlo y por eso dedican sus pocas energías a lamentarse y a suspirar por otros tiempos supuestamente mejores.
El presente que tenemos es en buena medida resultado del pasado que ellos hicieron.
El pasado es útil en la medida que ilumina el presente y alimenta el futuro, en la medida en que deja de ser pasado y se convierte en trampolín para el presente y no en estéril añoranza.
Los que viven encadenados al pasado suelen estar también intimidados por el futuro. Es un miedo que paraliza y consume a las personas, como esas arañas que primero anestesian e inmovilizan a sus víctimas para luego devorarlas poco a poco.
Otros viven condicionados por el futuro, porque aplazan todo lo que les cuesta. No se atreven a eludirlo directamente y por eso recurren casi inconscientemente a retrasar todo lo que se les haga un poco cuesta arriba. No se sienten con ánimos y enseguida lo dejan para otro momento; momento que, normalmente, nunca llega.
De manera semejante a como algunos consumen marihuana o cocaína para evadirse de la realidad presente o de los fantasmas del pasado y disfrazan la realidad de la vida, así se fugan al pasado o al futuro aquellos que no tienen el valor de tomar con fuerza las riendas del presente.
Es preciso saber lo que tengo que hacer hoy y tomar conciencia de que en realidad, sólo existe el presente y desde ahí tratar de ser feliz y hacer felices a los demás, aceptando con paz y amor cada situación que la vida nos presente.
“El que queda en el pasado, no vive el presente y tampoco puede imaginar el futuro”

Cuando sea viejecita



Cuando sea una viejecita...
, viviré una temporadita larga con cada hijo...
¡¡les llevaré tanta felicidad!!...
... igual que hicieron ellos,
quiero devolverles toda la alegría que me dieron,
retornándoles y agradeciendo cada cosa.
¡Ooohhh!
¡estarán taaaan emocionados!
Escribiré en las paredes con lápices de todos los colores,
saltaré sobre las camas con los zapatos puestos,
jugaré a la casita con todas las cobijas de casa,
beberé directo del cartón de leche y lo dejaré fuera
y atascaré los inodoros con papel higiénico.
Cuando estén al teléfono y no me puedan ver,
revisaré y revolveré todos los lugares, cajones, cajas y cajitas.
¡Oh,
harán sonar los dedos y después ,,,,
me harán señas con la cabeza!
Pondré cara de "yo no fui" y me haré la ofendida.

Cuando preparen la comida y me llamen para comer,
tardaré en llegar a la mesa para ponerlos nerviosos.
No me comeré la verdura.
Diré lo feo que está la cena me atragantaré con los cereales,
derramaré el agua y el jugo, también la leche en la mesa.

Y cuando se enojen lloraré hasta que se desesperen.
Ja,ja,ja, ¡¡ya les quiero ver la cara...!!
Me sentaré bien cerquita de la tele,
cambiaré de canal cuando quiera,
pondré fuerte el programa que más les disguste
y cruzaré los ojos sólo para ver si me quedo vizca.
Luego me iré sin apagar la tele jajajajajajaja...
Antes de acostarme iré a tomar mi vaso de leche
y dejaré entreabierta la puerta de la nevera,
las luces prendidas y mis zapatos y medias
en el centro de comedor y hablaré con mis amigas íntimas
por teléfono aproximadamente media hora con cada una
contándoles lo bien que lo estoy pasando.
Buscaré quien haga las cosas por mi,
ya no podré levantar mis cosas del suelo;
no me importa si alguien se tropieza con mis zapatos.
Si me piden algún favor, les diré
''YA VAAAA....''
Y más tarde, ya en la cama,
me estiraré y suspiraré, cantaré mi canción preferida
y pegaré mi goma de mascar debajo de la cama.
Le daré gracias a Dios con una oración y cerraré los ojos.
Mis hijos me mirarán con una sonrisa,
saldrán despacito del cuarto y dirán, quejándose:
"¡Es tan tierna, cuando está dormida ....

Friday, December 13, 2013

Corazón de montaña


Había una vez un niño muy chiquito
que era la burla de todos
sus compañeros de la escuela
a causa de su pequeña estatura.
Su nombre era Manuel.
Cuando todos salían al recreo
a jugar con la pelota,
nadie quería jugar con él;
cuando jugaban a las escondidillas,
nadie lo quería buscar;
cuando alguien cumplía años,
nunca lo invitaban:
y cuando él cumplía años,
nadie iba a su fiesta.

La vida de Manuel era muy solitaria y triste.
Todas las noches,
antes de acostarse,
hacía oración y le decía a Dios:

Papito Dios,
yo sé que Tú eres muy bueno
porque me lo ha dicho mi mamá,
pero no entiendo por qué si tanto me quieres,
me hiciste tan chiquito
de modo que mis amigos se burlan de mí.
¡Cómo quisiera ser tan alto como una montaña
para que todos me respeten
y me quieran.
¿Algún día me vas a hacer
crecer tan alto como una montaña?

Y esperaba por unos minutos,
arrodillado al lado de su cama
para ver si Dios le contestaba.
Nunca había escuchado
la respuesta de Dios pero,
aún así,
volvía a preguntarle cada noche lo mismo.

Esta bien, papito Dios.
No tienes que contestarme ahora,
si quieres, mañana me respondes.
Y Manuel se dormía profundamente.

Un día, mientras todos los niños
jugaban a la pelota en el jardín de la escuela,
se escuchó el grito de uno de ellos.
Todos se paralizaron
y buscaron el origen de aquél grito.
Nadie sabía quién había gritado
y no se veía a ningún niño asustado o llorando.
De pronto, se escuchó nuevamente
el grito desesperado de un niño,
sólo que ahora sí sabían
de dónde provenía el lamento.
A unos cuantos metros de ahí
había unas pequeñas
zanjas que fueron abiertas
para instalar unas tuberías para transportar el agua y,
por lo visto, alguien había caído en una de ellas.

Todas se agolparon a la orilla de la zanjas
pero no podían ver al interior,
sólo podían escuchar el llanto del niño que había caído en el pozo.
Era un chiquillo que acababa de entrar a la escuela
y apenas tenía cuatro años de edad.
Inútilmente, profesores
y jóvenes de secundaria intentaron sacar al niño.
Eran muy grandes y no cabían en el orificio de la zanja.

Entre los niños que se habían
juntado para presenciar el accidente
se encontraba nuestro amigo de baja estatura.
Él veía todo el revuelo y la conmoción pero,
sobre todo,
escuchaba el llanto del chiquito que estaba atrapado
en el fondo de la zanja
y que suplicaba que lo sacaran rápido de allí.

Se abrió paso a base de empujones
y llegó hasta el frente.
Luego, con voz temblorosa, dijo:
Yo puedo entrar, Nadie lo escuchó,
todos gritaban llenos de impaciencia
y nerviosismo.
Yo puedo entrar!, gritó Manuel,
y el silencio invadió el ambiente.
Todos voltearon a verlo
y reconocieron que Manuel era la única solución.

Manuel se metió a la zanja
y consoló al pequeño,
después lo tomó por la cintura
y lo elevó hasta sus hombros.
El niño logró salir con unos cuatro rasguños
y moretones.

Cuando Manuel salió,
una muchedumbre lo vitoreaba
y coreaba su nombre.
Uno de sus compañeros de clase
se acercó a él y le dijo,
mientras le daba unas palmaditas en la espalda:
Manuel, eres pequeño de estatura
pero lo que hiciste hoy
nos demuestra a todos
que tienes el corazón del tamaño de una montaña.

Manuel elevó sus ojos al cielo
y sonrió agradeciendo.
Sabía que tarde o temprano me ibas a contestar,
dijo con alegría y entró al
salón de clases con sus nuevos amigos.



Hermosa reflexión


Ayer tropecé con un extraño que pasaba junto a mí y le
dije: "perdón!". Él contestó: "discúlpeme por favor… no la vi!".
Fuimos muy educados y luego, nos despedimos y seguimos nuestro
camino. Pero en casa es otra historia al tratar a los nuestros.
... Más tarde, al estar cocinando, estaba mi hijo muy cerca de mí. Al
voltear casi le pego, "Quítate" le grité. Él se retiró sentido, sin
que yo notara lo duro que le hablé.
En la noche, estando acostada, aunque aun despierta, Dios me dijo
suavemente: "Trataste al extraño cortésmente, pero abusaste del niño
que amas. Ve a la cocina y encontrarás unas flores en el piso, cerca
de la puerta. Son las flores que cortó y te trajo, una rosa amarilla
y una azul. Estaba calladito para darte la sorpresa y no viste las
lágrimas que llenaron sus ojos".
Me sentí miserable y empecé a llorar. Suavemente me acerqué a la
habitación de mi hijo y me arrodillé junto a su cama, le
dije: "Despierta pequeño, despierta. ¿Son éstas las flores que
cortaste para mí?", él sonrió y me respondió: "Las encontré junto al
árbol. Las tomé porque son bonitas como tú, en especial la
azul". "Hijo, siento mucho lo que hice, no te debí gritar". Él
contestó: "Está bien mami. Yo te quiero de todos modos". "Yo también
te quiero y me encantan las flores… especialmente la azul".
Luego de eso, sentí una gran paz interior y pude dormir plácidamente
durante toda la noche.
Toma en cuenta que si morimos mañana, en cosa de días la empresa
donde trabajamos cubrirá el puesto que dejamos vacante; pero la
familia que dejamos sentirá la pérdida por el resto de su vida.
Piensa en ello, nos entregamos más al trabajo que a nuestra
familia… ¿no crees que es una inversión poco inteligente?.

¿Sabes lo que significa cada letra de la palabra FAMILIA (en inglés)?
FAMILY =
(F)ATHER
(A)ND
(M)OTHER
(I)
(L)OVE
(Y)OU!
¡Father and mother, I love you!.
¡Papá Y mamá, yo los amo!

El último beso




Como todas las mañanas desde hace ya 6 años, me despertó mi madre, esta mañana me levantó para ir a la escuela, había pasado mala noche, con pesadillas sobre monstruos, y me costaba trabajo levantarme.A los diez minutos mi madre volvió a espertarme, esta vez con mas premura, se estaba haciendo tarde, me levanté rápidamente, apenas si me lavé la cara, me zampé el desayuno en un abrir y cerrar de ojos, y ahí estaba mi mamá diciéndome:… “come más despacio, que te vas a ahogar”.

Con las prisas del momento le contesté de mal modo: sí, ya lo sé, no empieces a regañarme, (AUN TUVE QUE SOPORTAR LAS PREGUNTAS DE RIGOR)
¿LLEVAS EL ALMUERZO?¿TE CEPILLASTE LOS DIENTES?¿TIENES LISTOS LOS LIBROS?

Y yo aún más impaciente le contestaba levantando la voz:

- ¡Que te dije que sí!

Ella sonrió suavemente y me dijo:

- Anda, dale un beso a mamá y ve con cuidado a la escuela.

Alcé los hombros con fastidio y le dije medio enfadado:

- ¡Mamá! que ya es tarde no tengo tiempo para eso.

- ESTá BIEN HIJO, VE DE PRISA, QUE DIOS TE PROTEJA.

Aún retumban mis propias palabras en mi oído: “no tengo tiempo para eso…”, con las prisas y el enfado me pasó por alto un leve destello de tristeza en su mirada, mientras iba corriendo hacia la escuela, estuve a punto de regresarme y darle un beso a mi mamá, sentía un nudo en el corazón, pero mis compañeros comenzaron a llamarme y fui hacia ellos

¿CON QUE EXCUSA REGRESARíA?
¿QUE IBA A DARLE UN BESO A MI MAMÁ?SE HUBIESEN REíDO DE Mí.

De todas formas al regresar a casa después de las clases, vería a mi mama en la puerta de mi casa esperándome como siempre, temerosa de que me suceda algo, impaciente si tardo unos minutos, ya que me he entretenido con mis amigos. El día se me pasó volando en la escuela, entre clase y clase, juegos y almuerzo, y se me había olvidado el incidente de la mañana, sin embargo esta vez, apenas sonó el timbre salí corriendo a mi casa sin entretenerme, desde la esquina esperaba divisar la figura de mi madre en la puerta, pero no había nadie esta vez. Supuse que estaría adentro entretenida con algo, pero extrañé de momento su presencia tan segura.

Antes de tocar el timbre, salió a la puerta mi padre – ¿Pero era mi padre? Aquel hombre era mucho mayor de lo que siempre me había parecido, los hombros caídos, los ojos hinchados y un profundo halo de tristeza lo rodeaba…

Mi corazón empezó a latir alocadamente presintiendo algo, apenas me salió la voz para decir… ¿qué pasa?

- Papá ¿Mamá está bien?

Y en un suspiro me contestó:

- “Tu Mamá sufrió un ataque al corazón esta mañana, su muerte fue instantánea, nadie se enteró, hasta que vinieron a visitarla y la encontraron ahí tendida en el pasillo, fue muy rápido, hijo, se fue nuestro ángel…”

UN SOLLOZO SALIÓ DE SU GARGANTA Y NO PUDO SEGUIR HABLANDO.¿Mi mamá? ¡¡¡Mmmmmmmmaaaammmmaaaaaaaaaaá!!! Dios perdóname, dile que me perdone, aún soy un niño pretendiendo ser un hombre, dile por favor que ella es lo que más quiero en esta vida, y que prometo valorar a las personas que comparten conmigo mi existencia, no malhumorarme con ellas sin ningún motivo, y que les daré mil besos, día a día, por todos los que no pude darle a ella. Cuídala por mí, mi Dios, que cuando me toque la hora de partir de este mundo venga a mi pecho y me arrope como siempre lo hizo……………..

¿Saben? Disfruten a sus madres todos los días de su existencia…
… valoremos cada momento a nuestros seres queridos… … y querámoslos mucho ahora en vida, no sea que mañana nos arrepintamos de todo el daño que quizá le causamos sin querer…

“LAS MADRES SON IRREMPLAZABLES”
ES UNA GRAN VERDAD NADIE ABSOLUTAMENTE NADIE ES COMO MAMÁ…. A VECES OLVIDAMOS QUE NO TENEMOS LA VIDA COMPRADA, QUIERE Y NO TE CANSES DE DERCIRSELO, DE DARLE UN BESO A ESAS PERSONAS QUE TE IMPORTAN Y AMAS TANTO PUES. QUIZAS MAÑANA YA NO ESTEN A TU LADO.
REFLEXIONEN A TIEMPO. OJALA PUEDAN A TIEMPO DARSE CUENTA DE LO IMPORTANTE QUE ES UNA MADRE Y NO LA HAGAN SUFRIR POR QUE ELLA ES TODO Y LO MEJOR QUE TENEMOS EN ESTE MUNDO.

Thursday, December 12, 2013

♥Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ se miró al espejo Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ♥



Una mujer muy sabia se despertó una mañana,
se miró al espejo,
y notó que tenía solamente tres cabellos en su cabeza.
'Hmmm' pensó, 'Creo que hoy me voy a hacer una trenza'.
Así lo hizo y pasó un día maravilloso.
El siguiente día se despertó,
se miró al espejo
Y vio que tenía solamente dos cabellos en su cabeza.
Hmmm' dijo,
'Creo que hoy me peinaré de raya en medio'
Así lo hizo y pasó un día grandioso.
El siguiente día, cuando despertó,
se miró al espejo y notó
que solamente le quedaba un cabello en su cabeza.
'Bueno' se dijo, 'ahora me haré una cola de caballo.'
Así lo hizo, y tuvo un día muy, muy divertido.
A la mañana siguiente, cuando despertó,
corrió al espejo y enseguida notó
que no le quedaba un solo cabello en la cabeza.
'¡Qué Bien!', exclamó.
'¡Hoy no me tendré que peinar!'
Tu actitud es todo en la vida.
Alégrate cada mañana.
Ríete de ti mism@. Acéptate.
Sé bondados@ y amable con los demás.
Sonríeles, porque cada persona
que te encuentres tiene sus problemas
y tu sonrisa lo ayudará.
La vida no es esperar a que la tormenta pase,
ni es abrir el paraguas para que todo resbale...
La Vida es aprender a bailar bajo la lluvia.
¡Que cada día de tu vida lo disfrutes al máximo!
¡Un fuerte abrazo!

El peso de una cruz ~ 10 segundos de lectura


En una aldea de Umbría (Italia), vivía un hombre que siempre se quejaba de su suerte.
Era cristiano, y hallaron el peso de su cruz demasiado pesada de llevar.
Una noche, antes de ir a dormir, le rogó a Dios que le permitiera cambiar su carga.
Esa noche tuvo un sueño,. Señor le llevó a un almacén
"Seguir adelante y cambiarlo", dijo.
El hombre vio las cruces de todos los tamaños y formas, con los nombres de sus propietarios. Cogió una cruz de tamaño medio - pero cuando vio el nombre de un viejo amigo escrito en él, dejó a un lado.
Por último, como Dios lo había permitido, él eligió la cruz más pequeña que pudo encontrar. Para su sorpresa, vio que su propio nombre escrito en él.

Por Paulo coelho

Conserva tu tenedor


Había una mujer que
había sido diagnosticada
con una enfermedad incurable
y a la que le habían dado solo tres meses de vida
así que empezó a poner sus cosas "en orden",
contacto a su sacerdote
y lo cito en su casa
para discutir algunos aspectos
de su ultima voluntad.

Le dijo que canciones
quería que se cantaran en su misa de cuerpo presente,
que lecturas hacer y conque traje deseaba ser enterrada.
la mujer también solicito
ser enterrada con su biblia favorita
todo estaba en orden
y el sacerdote se estaba preparando para irse
cuando la mujer recordó algo muy importante para ella
hay algo mas, dijo ella exaltada.

¿que es? -respondió el sacerdote- .
esto es muy importante, continuo la mujer.
"quiero ser enterrada con un tenedor en mi mano derecha."
El sacerdote se queda impávido mirando a la mujer,
sin saber exactamente que decir.
"¿eso lo sorprende, o no?" preguntó la mujer.
"bueno, para ser honesto,
estoy intrigado con la solicitud," dijo el sacerdote.

La mujer explicó
"en todos los años que he asistido
a eventos sociales
y cenas de compromiso,
siempre recuerdo que cuando
se retiraban los platos del platillo principal,
alguien inevitablemente se agachaba y decía
'quédate con tu tenedor'
era mi parte favorita
porque sabía que algo mejor estaba por venir...
como pastel de chocolate o pay de manzana.
¡algo maravilloso y sustancioso!
así que quiero que la gente me vea
dentro de mi ataud con un tenedor
en mi mano y quiero que se pregunten
'¿qué onda con el tenedor?'
después quiero que usted les diga:
"se quedó con su tenedor porque lo mejor esta por venir".
Los ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de alegría
mientras abrazaba a la mujer despidiéndose
el sabía que esta sería
una de las últimas veces que la vería
antes de su muerte.
pero también sabía
que la mujer
tenía un mejor concepto del cielo que él.
ella sabía que algo mejor estaba por venir.

En el funeral
la gente pasaba por el ataúd de la mujer
y veían el precioso vestido que llevaba,
su biblia favorita y el tenedor puesto
en su mano derecha.
Una y otra vez el sacerdote escucho la pregunta
"¿qué onda con el tenedor?"
y una y otra vez sonrieron
durante su mensaje el sacerdote
le platicó a las personas la conversación
que había tenido con la mujer
oco tiempo antes de que muriera.

También les habló acerca del tenedor
y que era lo que simbolizaba para ella
el sacerdote les dijo a las personas
como él no podía dejar de pensar en el tenedor
y también que probablemente
ellos tampoco podrían dejar de pensar en él
estaba en lo correcto
así que la próxima vez
que tomes en tus manos un tenedor,
déjalo recordarte que lo mejor esta aún por venir...


Wednesday, December 11, 2013

Doce Semanas


Hijo mío:
Hace unos minutos acabo de
enterarme que vienes hacia a mi,
y que gracias a dios,
si todo esta correcto debes
tener entre cuatro
y cinco semanas de gestación...
mañana visitaremos juntos al doctor.
no sabes hijo mío cuánto te he esperado...
he puesto toda mi ansiedad
y empeño para tu llegada.
no sé ni como serás vida mía,
pero te envuelvo con todo mi cariño
en el espacio de mi vientre reservado para ti.
Tu papá aún no lo sabe.
la sorpresa se la daré también mañana.
¿sabes? tu padre es el mejor hombre que existe,
el mejor esposo,
el mejor compañero
y él también te espera con gran ilusión.
Ahora por favor duerme,
duerme tranquilo mi corazón,
mi niño del cielo.
Sexta semana
Lo emoción más grande amor mío
fue enterar a tus abuelos
y al resto de la familia.
tu abuela maría me compartió
un abrazo tan largo y sublime,
que no pudimos evitar saborear esas
lagrimas de locura y felicidad,
de esperanza e ilusión.
Ahora me cuidaré más que nunca,
debo darte lo mejor que
tengo para que cuando tu llegues,
todo en nuestra vida juntos
sea descubrir y disfrutarnos.
Tu papá estuvo muy ocupado
el día de hoy viendo el fútbol
sé que algún día lo disfrutaremos juntos
y sabrás que es como tu, un niño grande.
sí ángel de mi vida, así es tu papá,
un hombre con un corazón tan grande
y bondadoso que ocupa gran parte de su pecho
y su espalda. tiene 34 años y parece de 24,
los mismos que tenía cuando lo conocí.
ahora quiero que sepas que te amo
aún antes de saber como serás.
descansa mi pedacito de cielo.
¡buenas noches!
Octava semana
Hola bebé.
aún no puedo creer
que tu creces dentro de mí.
mis miedos son menores
aunque me cuido
y como muy bien para que
tu llegues fuerte y sano.

Son casi dos meses,
y cada día se me hace más largo.
mi cuerpo sigue casi igual,
a excepción de la cintura
que comienza a ensancharse.
las piernas también crecieron un poco,
pero sé que comienzas ha desarrollarte,
exigiendo tu derecho de espacio.
No hay ascos ni mareos,
sólo tengo sueño y muchos sueños.
poca es la gente que comparte mi alegría
y ya quisiera gritarlo a los cuatro vientos.
tu papá esta tan impaciente que no lo cree,
pero ambos sabemos que nos oyes y nos sientes,
sabemos que estas aquí.
Decima semana
No sé cuanto tenga que ver el destino o dios,
pero las lecciones de la vida duelen
y duelen mucho.
Fue todo tan breve, sólo un segundo,
pero yo ya te amaba.
primero un dolor intenso,
luego sangre y más sangre,
mi necedad, mis ganas de aguantarme
y luego lo irremediable,
tu y yo en el juicio final.
Llegue al hospital,
la gente corría de un lugar a otro,
los doctores gritaban
a las enfermeras que me atendieran.
la cara de tu papá estaba desencajada,
fuera de sí.
había dolor y miedo.
la lágrimas ya secas surcaron su rostro.
Cruzamos hasta el quirófano.
sólo dios, tu, y yo.
me encomendé y
puse mi existencia en sus manos,
luego silencio, vacío, dolor,
recuerdo. ya todo había pasado.
te habías ido, te fuiste lento y poco a poco.
y no te pude detener
"vuelve amor, vuelve por favor"
sé que eres tú mi bebé del tiempo,
del espacio,
del universo, de mi vida,
"no te vayas".¡regresa!
Semana doce:
Hoy por fin pude enfrentarme a esta hoja
a la brevedad de mi sentimiento.
ahora siento el vacío y el hueco de mi cuerpo
que me recuerda tu ligera estancia en él.
te fuiste y no se si querías estar.
quedé fracturada y seca,
rota y malherida.
No sé cuanto tiempo te anide en mi alma,
en mis entrañas,
en mis sueños,
fueron días insinuantes y etéreos.
Cada segundo que pasa es un golpe
en el vientre que me recuerda tu ausencia
el dolor físico sólo es superado
por el desgarre del alma
y sé que no pasará pronto.
Mi respiración es lenta,
nadie comprende cuanto podía
amarte aún sin conocerte y esperarte para siempre.
Sin embargo, sé que dios no se equivoca,
él sabe porqué pasan las cosas
y sólo él podría explicarme porqué decidió recuperarte.
¡dios te guarde hijo mío!



Sobre tu anatomía



Que los PIES te lleven por el camino más largo hacia la felicidad, porque la felicidad son solo puntos en el mapa de la vida, y el verdadero disfrute está en buscarlos.

Que los OJOS reconozcan la diferencia entre un colibrí y el vuelo que lo sostiene. Aunque se detenga seguirá siendo un colibrí y es conveniente que lo sepas, para que no confundas el sol con la luz.

Que las MANOS se tiendan generosas en el dar y agradecidas en el recibir, y que su gesto más frecuente sea la caricia para reconfortar a los que te rodean.

Que el OÍDO sea tan fiel a la hora del reproche, como debe serlo a la hora del halago, para que puedas mantener el equilibrio en cualquier circunstancia.

Que las RODILLAS te sostengan con firmeza a la altura de tus sueños y se aflojen mansamente cuando llegue el tiempo de descanso.

Que la ESPALDA sea tu mejor soporte y no la carga más pesada.

Que la BOCA refleje la sonrisa que hay adentro, para que sea una ventana del alma y no la vidriera de los dientes.

Que los DIENTES te sirvan para aprovechar mejor el alimento, y no para conseguir la tajada más grande en desmedro de los otros.

Que la LENGUA encuentre las palabras más exactas para expresarte sin que te mal interpreten.

Que las UÑAS crezcan lo suficiente para protegerte, sin lastimar a nadie.

Que la PIEL te sirva de puente y no de valla.

Que el PELO le de abrigo a tus ideas, que siempre adornan más que un buen peinado.

Que los BRAZOS sean la cuna de los abrazos y no camisa de fuerza para nadie.

Que el CORAZÓN toque su música con amor, para que tu vida sea un paso del universo hacia delante.

Que tus PIES nunca se cansen de caminar aún cuando los obstáculos sean difíciles de saltar y te lastimes…

Que tus OJOS puedan descubrir el lado bello de la vida: el positivo y que no te detengas en el lado oscuro de la vida…

Que tus MANOS se abran para dar, para acariciar, para acercar, y que sean puentes de unión cargadas de energía que vaya de
mano en mano, de hombre en hombre, de paía en país…

Que tus OÍDOS puedan reconocer el sonido del llanto de un bebé y el grito desesperado de quien pide ayuda…

Que tus RODILLAS sean el mejor apoyo cuando supliques a Dios o sólo le hables desde tu corazón…

Que tu ESPALDA sea tan fuerte para poder cargar tu mochila llena de sueños, de esperanzas y de nuevos proyectos…

Que tu BOCA se vista con una sonrisa todos los días, que nazca en el alma y vibre en todo tu cuerpo…

Que tus DIENTES te permitan disfrutar de los mejores platos pero que al estar dormido trituren todo lo desagradable que viviste en el día y que no permitan que ese alimento envenene tu interior…

Que la LENGUA encuentre las palabras que pueden transformar y no aquellas que pueden destruir…

Que tus UÑAS no sean garras en actitud defensiva…

Que tu PIEL sea la que te acerque a los demás y que sin importar el color sientas que sos igual a ellos…

Que tu PELO sea tu mejor sombrero y proteja una mente lúcida y gestadora de bellas ideas que ayuden a otros a cambiar…

Que tus BRAZOS sean tan fuertes para cobijar al débil , tan suaves para mecer a un recién nacido, y tan firmes para contener la ira, la bronca y las injusticias…Pero que sean sumamente cálidos para dar amor a través de un abrazo…

Y que tu CORAZÓN con cada latido componga la más bella sinfonía que te haga sentir que vale la pena escuchar esa música, y que por sobre todo vale la pena estar VIVO.

El secreto de la felicidad



¿Cuál es el secreto para que logres el amor y la felicidad?

Si quieres felicidad, dale felicidad a otros; si quieres amor, aprende a amar a los demás; si quieres atención y aprecio, aprende a dar atención y aprecio; si quieres abundancia material, ayuda a otros a

tener abundancia.

De hecho, la manera más fácil de obtener lo que quieres es ayudando a otros a obtener lo que quieren.

Este principio opera para individuos, corporaciones, sociedades y naciones.

Si quieres ser bendecido con todas las cosas buenas en la vida, aprende a bendecir silenciosamente a todos con las cosas buenas en la vida.

Hasta pensar en dar, pensar en bendecir, o una simple oración tiene el poder de influir en los demás. El pensamiento tiene el poder de transformación.

Cuando aprendes a dar aquello que buscas, activas y montas la coreografía de la danza con

movimientos exquisitos, energéticos y vitales que constituyen el eterno palpitar de la vida.

La mejor manera de poner en operación la Ley del Dar y poner todo el proceso en circulación es tomar la decisión de que en cualquier momento que entres en contacto con otra persona le darás algo.

No tiene que ser algo material; puede ser una flor, un cumplido o una oración, de hecho, las formas más poderosas de dar no son materiales.

Los regalos de cuidados, atención, afecto, aprecio y amor son algunos de los regalos más preciosos que puedes dar, y no cuestan nada.

Cuando conoces a alguien, puedes silenciosamente enviarle una bendición, deseándole felicidad, alegría y dicha. Esta manera de dar silenciosamente es muy poderosa.

Podrías decir “¿Cómo puedo darles a otros en este momento cuando no tengo suficiente para mi”?.
Puedes llevar una flor. Puedes llevar una tarjeta que diga algo sobre los sentimientos que tienes por esa persona a la que estás visitando. Puedes llevarle un cumplido. Puedes llevarle una oración.

Toma la decisión de dar a dondequiera que vayas, a quien sea que visites o veas. Siempre y cuando estés dando, estarás recibiendo. Entre más das, adquirirás más confianza en los efectos milagrosos de esta ley.

Al recibir más, tu habilidad de dar más también aumentará.

Deepak Chopra

Tuesday, December 10, 2013

Hay cuando venga tu padre…


¿Y Negra… te puedo hablar?
Ya los chicos se han dormido,
así que dejá el tejido
que después te equivocás
y hoy te quiero preguntar
por qué motivo las Madres,
de la mañana a la tarde
amenazan a sus hijos,
con este estribillo fijo:
¡HAY… CUANDO VENGA TU PADRE…!
Y con tu padre de aquí,
y con tu padre de allá
resulta de que al final
al verme llegar a mí,
lo ven entrar a Caín
y escapan por todos lados
y yo que vengo cansado
de trabajar todo el día,
recibo por bienvenida
una lista de acusados…
Vos empezás con tus quejas
y yo, tengo “que enojarme”
lo mismo que hacía mi Padre,
cuando escuchaba a la Vieja…
que entraba a fruncir las cejas
apoyando a esa Fiscal
que en medio del temporal
se erigía en defensora
lo mismo que vos ahora
¡que siempre me dejás mal…!
Si los perdono…
¡Qué ejemplo!
¡Así es como los educo!
Si los castigo…
¡Sos bruto y no tenés  sentimientos!
A mí, que llegué contento
y no tuve más remedio
que poner cara de serio
y escuchar tu letanía…
A mí que me paso el día,
pensando en jugar con ellos
Yo sueño en  llegar a casa
y olvidarme felizmente
del trabajo, de la gente,
y de todo lo que pasa
Los hijos son la esperanza
y el por qué de nuestras vidas
por eso… nunca les digas:
¡HAY… CUANDO VENGA TU PADRE…!
No quiero encontrar culpables,
quiero encontrar alegrías
Que no me pongas de escudo
como lo hacía mi Madre
que consiguió que a mi Padre
lo imaginara un verdugo
El llegaba y te aseguro
que terminaban las risas
y en lugar de una caricia
de hablarle como a un amigo
lo miraba compungido
presintiendo la paliza
Y el pobre que no me entendía
sacudiendo la cabeza
escuchaba con tristeza
lo que mi Madre decía
y que él de sobra sabía:
“¡que con éste no se puede,
que me ensució las paredes,
que la calle, la pelota,
que trajo las suelas rotas,
y me saca canas verdes!”
¡Ahora mismo… acuéstese!
aburrido me ordenaba,
mi Madre me consolaba
y yo, lo culpaba a él…
A él que había llegado recién
de trabajar, tan cansado…
y ya lo había amargado
con todas mis travesuras
Yo era una criatura
pero jamás lo he olvidado
Los hijos nunca analizan
el sentimiento del Padre
porque el brillo de la madre
es tan fuerte que lo eclipsa;
sólo le hacemos justicia
a su íntimo sentir
cuando nos toca vivir
a nosotros su problema…
¡Ah… si mi Padre supiera…
que recién lo comprendí!
¿Y por qué nunca me dijo
del modo que me quería
si yo sé cómo sufrí
a al ver enfermo a su hijo?
Por qué me miraba fijo
con el primer pantalón largo
y se que me habrá besado
cuando yo estaba durmiendo
Hoy que todo lo comprendí,
¿por qué no estará a mi lado?
¿Por qué no estarás ahora,
para abrazarte muy fuerte
viejo lindo…
y ofrecerte mi cariño a todas horas?
¿Ves a tu hijo que llora…?
Pero… llora con razón
porque te pide perdón
al pensar en esos días
en que ciego no veía
que eras todo corazón
¡Dejame Negra que llore,
es tan lindo desahogarse…!
¿Vamos a ver lo que hacen
nuestros futuros señores…?

¡Mirálos esos pantalones…!
¡Tapala un poco a la piba…!
Sí, ya sé… no me lo digas…
“Hoy se fue a la calle sola…”
¡Acostate rezongona…
mañana será otro día!

Héctor Gagliardi

Que razón tenías papa




Qué razon tenias papá,
Cuando me dijiste que a mi edad
Aun no estaba preparado para controlar mi vida,
Que era yo muy joven,
Que esperara un poco más de tiempo
Y luego tú mismo me ayudarias a independizarme.
Y, sin embargo… preferí no escucharte…
Te dejé con la palabra en la boca,
Y me fuí de la casa,
Según yo, a comerme al mundo a rebanadas.

Repetiste una y otra vez que tú y mi mamá sólo querían lo mejor para mí,
Y que sus regaños no eran por desamor…
Trataste de explicarme que la comprension
No era darme siempre la razón;
Pero, a pesar de ello,
En muchas ocasiones preferiste ceder, y callar;
Con esa actitud tan consiliadora que adoptaba,
Con tal de que yo no cumpliera mis constantes amenazas,
Mientras yo los acusaba de ser los peores padres.
Qué razon tenias papá,
Cuando te acercaste a mí,
Y me suplicaste que viviera conforme a mi edad,
Porque la juventud es como un suspiro del alma,
Y cuando nos damos cuenta,
Los años nos llevan ventaja;
Me suplicaste que no abandonara la escuela
Porque de ello dependeria gran parte de mi vida en el futuro;
"no cometas el mismo error que yo, hijo",
Me dijiste en aquella ocasion,
Y sim embargo mi respuesta fue:
"tù que sabes de eso?
Lo que pasa esque tú ya estas viejo…
No se como no te cansas de estarme dando zermones"…
Fué por eso que, solo llegué hasta la secundaria…
Recuerdo que mi madre me sentó cariñosamente en sus piernas,
Y me habló de las mujeres,
Me explico que una relacion de pareja va más allá de la atracción fisica,
Y la pasión;
Platicó cómo se conocieron y la manera en que la conquistaste,
De la forma en que se ama a los hijos,
Del respeto hacia la esposa,
Y el cariño con el que se le debe tratar,
Y ya ves, papá,
Apenas cumplí la mayoria de la edad y me tuve que casar,
Por esa falta de responsabilidad…
Qué razón tenías papá,
Que antes de marcharme de la casa,
Intentaste detenerme,
Y con lágrimas en los ojos me aclaraste:
"algún día tú tambien serás papá,
Y podrás entenderme, hijo",
Y en pago a eso te miré fijamente a los ojos y te dije:
"yo sí seré un buen padre,
A mis hijos, no los estaré fastidiando tanto,
Dejaré que sean los que ellos quieran,
Y que sean felices",
Y en un tono más soverbio repetí:
"yo voy a ser mejor que ustedes".
Me aconsejaste que, pasara lo que pasara,
Viviera como viviera, nunca me humillara ante los demás,
Porque la dignidad no se vende, no se pierde,
Y hasta la libertad tiene sus límites,
Y apenas me sentí libre,
Aproveché para emborracharme con mis amigos hasta desfallecer,
Y desperté tirado en una calle, sucio, maloliente;
Me atreví a pedir limosna
Y ante la desesperacion se me hizo fácil robar,
Aunque me advertiste que mi enemigo no estaba en la casa,
Sino en las calles,
Disfrazado de falsos amigos,
Absurdos placeres y dinero manchado…
Qué razón tenías papá,
Cuando me adelantaste que si abandonaba el hogar,
Mi madre moriría de pena y tristeza,
Y yo qué hice… me burlé de tí,
Te aclaré que si eso sucedía sería por tu culpa,
Por la vida tan estricta que nos dabas,
Por las exigencias y por tu concepto de la disciplina y la responsabilidad,
Porque cuando llegabas a la casa hacias llorar a mi madre con tus ridículos obsequios,
Cuánto tiempo me tardé en comprender que esas lágrimas,
Eran de alegría, y no de dolor o tristeza…
Un día, me tomaste entre tus brazos y me dijiste muy quedito al oido
Esas cosas que aún gusrdo en mi corazón:
"ojalá nunca crecieras, hijo mío,
Ojalá siempre fueras mi pequeñito y yo siguiera siemdo tu héroe para toda la vida,
Imaginar, que siempre tendrás 6 años",
Pero ya ves, papá,
Hoy me arrepiento de todas esas palabras contra tí,
De mis actos que tanto te dañaron,
De tantas noches que te tuve a tí y a mi mamá en vela por no llegar de la fiesta,
De las mentiras malarmadas que inventaba con tal de no escuchar tus sabios consejos,
De recordar cómo te humillaste varias veces frente a mí,
Con tal de yo tuviera esa falsa razón;
De pisotear tu dignidad con mis gritos y reclamos,
Y cientos y cientos de reproches en contra de ese cariño incondicional…
Mírame ahora, papá,
Sentado en una sala de hospital,
Lleno de angustia,
Esperando noticias sobre la salud de mi hijo,
Ese… al que yo iba a educar…
Mejor que tú a mi,
Sí… también él se sintió grande,
A pesar de mis consejos decidió no escucharme y,
Hacer su propia vida como lo hice yo,
Le pido a dios que me ayude,
Y a tí, mi gran héroe de siempre,
Que ojalá me hayas perdonado… todo….
Me costó mucho tiempo, dolor, y sufrimiento,
Pero despues de tantos años,
Logre entender que por fin te amé, papá,
Más de lo que yo creía…
Qué razón tenías, papá…

Fabricando un padre



En el taller más extraño y sublime conocido, se reunieron los grandes arquitectos, los afamados carpinteros y los mejores obreros celestiales que debían fabricar al padre perfecto:

- “Debe ser fuerte”, comentó uno.

- “También, debe ser dulce”, comentó otro experto.

- “Debe tener firmeza y mansedumbre; tiene que saber dar buenos consejos”.

- “Debe ser justo en momentos decisivos; alegre y comprensivo en los momentos tiernos”.

- “¿Cómo es posible” -interrogó un obrero- “poner tal cantidad de cosas en un solo cuerpo?.”

- “Es fácil”, contestó el ingeniero.

“Solo tenemos que crear un hombre con la fuerza del hierro y que tenga corazón de caramelo”.

Todos rieron ante la ocurrencia y se escuchó una voz: era el Maestro, dueño del taller del cielo:

- “Veo que al fin comienzan” -comentó sonriendo-

“No es fácil la tarea, es cierto, pero no es imposible si ponen interés y amor en ello”.

Y tomando en sus manos un puñado de tierra, comenzó a darle forma.

- “¿Tierra?” -preguntó sorprendido uno de los arquitectos

- “¡Pensé que lo fabricaríamos de mármol, o marfil, o piedras preciosas!”.

- “Este material es necesario para que sea humilde” -le contestó el Maestro-
Y extendiendo su mano sacó oro de las estrellas y lo añadió a la masa.

- “Esto es para que en las pruebas brille y se mantenga firme”.

Agregó a todo aquello, amor, sabiduria. Le dió forma, le sopló de su aliento y cobró vida, pero…

faltaba algo, pues en su pecho le quedaba un hueco.

- “¿Y qué pondrás ahí?” -preguntó uno de los obreros-.

Y abriendo su propio pecho, y ante los ojos asombrados de aquellos arquitectos, sacó su corazón, le arrancó un pedazo y lo puso en el centro de aquel hueco.

Dos lágrimas salieron de sus ojos mientras volvía a su lugar su corazón ensangrentado.

- “¿Porqué has hecho tal cosa?” -le interrogó un ángel obrero-.

Y aún sangrando, le contestó el Maestro:

- “Esto hará que me busque en momentos de angustia, que sea justo y recto, que perdone y corrija con paciencia y, sobre todo, que esté dispuesto aún al sacrificio por los suyos y que dirija a sus hijos con su ejemplo, porque al final de su largo trabajo, cuando haya terminado su tarea de padre allá en la tierra, regresará hasta mí. Y satisfecho por su buena labor, yo le daré un lugar aquí en mi reino”.

Monday, December 09, 2013

Una carta ami hijo


Hijo mio,

Mientras vivas en esta casa, deberás hacer lo que yo ordene, y sólo hasta que establezcas tu propio hogar podrás hacer lo que tú quieras. En esta casa no vivimos en un régimen democrático, pues yo no hice campaña política para ser tu padre, ni tu votaste por mi.

Somos padre e hijo por la gracia de “Dios”. Yo acepté este privilegio y esta enorme responsabilidad de por vida; al aceptarla también adquirí la obligación de actuar como tu padre, es decir, ser la persona que te cuida, te protege y te cuida.

Yo no soy tu “amigo”, es decir tu “compinche” pues, nuestras edades son diferentes, podemos compartir muchas cosas, pero eso no nos convierte en “camaradas”.

Somos amigos a diferentes niveles; esto significa mil veces más que ser “aliados”. Por eso harás en esta casa lo que yo decida y no deberás cuestionar mi autoridad para exigirlo… ya que todo lo hago inspirado en el enorme amor que te tengo.

Todo lo que te he dicho, te será muy difícil de comprender hasta tanto tú tengas un hijo; mientras tanto confía en quien te quiere más que ningún otro hombre en el mundo.

Tu padre

(Autor desconocido)

La Oración del padre



Dame, oh Señor, un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuando es débil, y lo bastante valeroso para enfrentarse consigo mismo cuando sienta miedo; un hijo que sea orgulloso e inflexible en la derrota honrada, y humilde y magnánimo en la victoria.

Dame un hijo que nunca doble la espalda cuando deba erguir el pecho; un hijo que sepa conocerte a Ti… y conocerse a sí mismo, que es la piedra fundamental de todo conocimiento.

Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil, sino por el camino áspero, aguijoneado por las dificultades y los retos.
Allí déjale aprender a sostenerse firme en la tempestad y a sentir compasión por los que fallan.

Dame un hijo cuyo corazón sea claro, cuyos ideales sean altos; un hijo que se domine a sí mismo antes que pretenda dominar a los demás; un hijo que aprenda a reír, pero que también sepa llorar; un hijo que avance hacia el futuro, pero que nunca olvide el pasado.

Y después que le hayas dado todo eso, agrégale, te suplico, suficiente sentido del buen humor, de modo que pueda ser siempre serio, pero que no se tome a sí mismo demasiado en serio.

Dale humildad para que pueda recordar siempre la sencillez de la verdadera grandeza, la imparcialidad de la verdadera sabiduría, la mansedumbre de la verdadera fuerza.

Entonces, yo, su padre, me atreveré a murmurar: `No he vivido en vano’

(autor desconocido)

La Hierba Del Otro Lado De La valla




Si la hierba del otro lado de la valla parece más verde... es el momento de regar la tuya...

A veces es más fácil creer que el césped del vecino está más verde que el nuestro, o que para los demás todos es menos complicado que para nosotros.
El problema es que la envidia nos hace buscar la felicidad "fuera" de nosotros, nunca en nuestro interior.

Nos pasamos la vida mirando por encima de la valla deseando lo que tiene el vecino, en vez de vivir en nuestro lado, aquí y ahora.

¿Cuántas veces nos hemos dejado de impresionar por lo que parecía una boda maravillosa o por el trabajo estupendo de alguien, para luego ver cómo el matrimonio culminaba en divorcio o el gran ejecutivo terminaba siendo acusado de desfalco?.

¿Cuántas veces hemos intentado solucionar nuestros problemas saltando la valla, pensando que una vez que estuviéramos al otro lado las cosas serían mejores?

Si la hierba del otro lado de la valla . . .

Y todo para descubrir que los problemas tienen una curiosa forma de seguirnos dondequiera que vamos; y que, estemos donde estemos, la hierba se marchita y muere si no le prestamos la atención y los cuidados que necesita.

¿Te has dedicado últimamente a mirar con envidia el césped del vecino?

¿Te parece mejor que el tuyo?

¿Qué tienes que no tenga él? (¡Siempre hay algo!)

Cuando envidies especialmente a alguien, bendícelo y alégrate por él.

Entonces te darás cuenta de que no tiene nada que ver con tu propia felicidad o infelicidad.

Joya preciosa




Cruzando el desierto, un viajero vio a un árabe sentado al pie de una palmera. Cerca de ahí, reposaban sus caballos, pesadamente cargados con valiosos objetos.

Aproximándose el árabe, le dijo:

- Te veo muy preocupado. ¿Puedo ayudarte en algo?

- Si -respondió el árabe, con tristeza- estoy muy afligido, porque recién perdí la más preciosa de todas las joyas.

- ¿Qué joya era? -le preguntó el viajero.

Cruzando el desierto, un viajero vio a un . . .

- Era una joya -respondió su interlocutor- como otra jamás habrá. Esta batallada en un trozo de piedra de la Vida y había sido hecha en el taller del tiempo.

Adornada por veinticuatro brillantes, alrededor de los cuales se agrupan sesenta piedras más chicas. Ya verás que tengo razón al decir que joya igual jamás podrá reproducirse.

- Por mi fe, dijo el viajero, tu joya debía ser preciosa. ¿Pero no será posible que, con mucho dinero, se pueda hacer otra joya igual?

- La joya perdida -respondió el árabe, pensativo - era un día, y un día que se pierde no se vuelve a encontrar

Sunday, December 08, 2013

Hay una mujer...





Que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados.
Una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de una anciana y en la vejez trabaja con el vigor de la juventud.
Una mujer, que si es ignorante, descubre con mas acierto los secretos de la vida que un sabio, y si es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños.
Una mujer, que siendo pobre se satisface con los que ama, y siendo rica daría con gusto sus tesoros por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud.
Una mujer que siendo vigorosa, se estremece con el llanto de un niño, y siendo débil se reviste a veces con la bravura de un león.
Una mujer que mientras vive no la sabemos estimar, porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero después de muerta daríamos todo lo que poseemos por mirarla de nuevo un solo instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios. De esa mujer no me pidas el nombre, si no quieres que empape en lágrimas el pañuelo… esa mujer yo la vi por el camino.   ¡Es mi Madre!

Abuelos




Tener una persona mayor en casa es un privilegio, una gracia, un don de Dios.
El abuelo es un testigo de nuestro pasado, es una raíz de nuestro ser.
Cuando un abuelo es rodeado de cariño y afecto por sus nietos, toda la casa se  llena de luz.
No importa que al abuelo se le olviden las cosas, que nos cuente la misma  historia varias veces, que se le caiga la ceniza del cigarro, eso es natural.
Lo importante es que si le miramos a los ojos, ojos sin brillo, veamos en ellos, la sabiduría remansada  por el tiempo.
Tenemos que recordar que , tal vez, un día, nosotros ocuparemos su sillón…nos querrán si hemos querido.
Nos harán felices si hemos repartido felicidad.


José Ma. Moliner

LA MADRE, LA MEJOR OBRA DE DIOS



Dios que estaba ocupado en crear a las madres, llevaba ya seis días trabajando horas extraordinarias, cuando un ángel se le presentó y le dijo:“TE  AFANAS DEMASIADO SEÑOR”.


El Señor repuso: pero no te das cuenta que esta criatura tiene que ser lavable de pies a cabeza, sin ser de plástico y que tiene que llevar cien piezas movibles, todas reemplazables funcionar a base de café

negro y de las sobras de comida, que tiene que poseer un regazo capaz de desaparecer cuando se ponga de pie, un beso capaz de curar todo, desde una pierna rota hasta un amor frustrado y tener seis pares de manos


Y el ángel confundido observó: ¿Seis pares de manos Señor? ¡Eso no es posible! no son las manos el problema, agregó el Señor, sino los tres pares de ojos


¿Y eso es para el modelo normal? Preguntó el ángel.


Y el Señor le explicó: uno para ver a través de la puerta siempre que pregunte ¿niños, que están

haciendo ahí adentro? Aunque ya lo sepa muy bien; otro detrás de la cabeza para ver lo que más le
valiera ignorar, pero que precisa saber; y desde luego los de adelante, para mirar a un niño en apuros y decirle, sin pronunciar siquiera una palabra: “te entiendo hijo y te quiero mucho”.


El ángel le tiró de la manga y advirtió mansamente: vale más que te vayas a la cama señor, mañana será otro día.

… No puedo… y además creo que me falta poco. dijo el Señor agregando:

ya hice una que se cura por si sola cuando enferma; que es capaz de alimentar a una familia con un poco de frijol y de persuadir a un niño de cuatro años que se esté quieto mientras lo baña.


Lentamente, el ángel dio la vuelta en torno a uno de los modelos maternales diciendo: me parece demasiado delicada, comentó con un suspiro.


Pero es muy resistente aseguró Dios emocionado, no tienes idea de lo que es capaz de hacer y sobrellevar.

¿Podrá pensar? preguntó el ángel.


Claro, y razonar también, respondió el Señor.

Por último el ángel se inclinó y pasó un dedo por la mejilla del modelo, diciendo: ¡tiene una fuga!
y dijo Dios: no es una fuga, es una lágrima.


¿Y… para qué sirve? Dijo el ángel.

Para expresar gozo, aflicción, desengaño, pesadumbre, soledad y orgullo.

Eres un genio Señor, comentó el ángel.

Y Dios, con un perfil de tristeza observó y dijo: “yo no se la puse.”

Anónimo

Concejo maternal



Ven para acá, me dijo dulcemente mi madre cierto día.
(Aún parece que escucho en el ambiente de su voz la dulce melodía)

- Ven y dime qué causas tan extrañas te arrancan esa lágrima, hijo mío, que cuelga de tus trémulas pestañas como gota cuajada de rocío.

Tú tienes una pena y me la ocultas; ¿no sabes que la madre más sencilla sabe leer en el alma de sus hijos como tú en la cartilla?

¿Quieres que te adivine lo que sientes?
ven acá pilluelo, que con un par de besos en la frente disiparé las nubes de tu cielo.

Yo prorrumpí a llorar. Nada le dije.

- La causa de mis lagrimas ignoro, ¡pero de vez en cuando se me oprime el corazón y lloro!……….

Ella inclinó la frente pensativa, se turbó su pupila, y enjugando sus ojos y los míos, me dijo más tranquila:
- Llama siempre a tu madre cuando sufras, que vendrá muerta o viva; si está en el mundo, a compartir tus penas; y si no, a consolarte desde arriba.

Y lo hago así cuando la suerte ruda, como hoy, perturba de mi hogar la calma, invoco el nombre de mi madre amada, ¡y entonces siento que se me ensancha el alma!

Olegario Víctor Andrade