Saturday, April 12, 2014

La lluvia


Había pasado todo el día con su mamá en un gran almacén. Esa bella pelirroja, con cara pecosa, imagen de la inocencia, no podía tener más de seis años. Todos nos quedamos frente a la puerta, resguardados de la lluvia. Esperábamos, algunos con paciencia, y otros irritados porque la naturaleza les estaba estropeando su prisa rutinaria.
Siempre me ha gustado mucho la lluvia. Me pierdo ante la vista de los cielos, lavando la suciedad y el polvo de este mundo. Al mismo tiempo, los recuerdos de mi infancia corriendo bajo la lluvia, son bienvenidos como una forma de aliviar todas mis preocupaciones.
La voz de esta chiquita era muy dulce, rompió mi trance hipnótico con esta inocente frase: - Mamá, corramos a través de la lluvia.
- ¿Qué?, - dijo su mamá...
- Sí, mamá... Corramos a través de la lluvia.
- No, mi amor... Esperemos a que deje de llover, -contestó la mamá, pacientemente...
La niña esperó otro minuto y repitió:- Mamá, corramos a través de la lluvia.
Su mamá le dijo:- Pero si lo hacemos, nos mojaremos...
- No, mamá, eso no fue lo que le dijiste esta mañana a papá... Tal fue la respuesta de la niña, mientras tiraba del brazo de su madre....
-¿Esta mañana? ¿Cuándo dije yo que podemos correr a través de la lluvia y no mojarnos?
-¿Ya no lo recuerdas? Cuando hablabas con papá acerca de su grave enfermedad, le dijiste que si Dios nos hace pasar por esta situación, puede hacernos pasar a través de cualquier cosa.
Todos nos quedamos en absoluto silencio. No se escuchaba nada más que la lluvia. Nadie entró ni salió del almacén en los siguientes minutos.
La mamá se detuvo a pensar por un momento acerca de lo que debería responder. Éste era un momento crucial en la vida de esta joven criatura, un momento en el que la inocencia y la confianza podían ser motivadas, de manera que algún día florecieran en una inquebrantable fe...
-Amor, tienes toda la razón. Corramos a través de la lluvia y si Dios permite que nos empapemos, puede ser que Él sepa que necesitamos ser lavados... Y salieron corriendo...
Todos nos quedamos viéndolas, riéndonos mientras corrían por el estacionamiento, pisando todos los charcos de agua. Por supuesto que se empaparon, pero no fueron las únicas... Casi todos las siguieron, todos reían como niños mientras corrían hacia los autos.
Sí, es cierto, yo también corrí. Y sí, también me empapé... seguro que Dios decidió que necesitaba una lavadita...Las circunstancias o las personas pueden quitarnos nuestras posesiones materiales, pueden llevarse nuestro dinero, y pueden llevarse nuestra salud. Pero nada ni nadie puede quitarnos nuestras más valiosas posesiones: LOS RECUERDOS.
Así que no olvides tomarte el tiempo y la oportunidad de llenarte de recuerdos cada día. Un amigo me envió esta historia, para recordarme precisamente eso: Que cada memoria es un ladrillo que construye mi vida. Espero que, de vez en cuando, te tomes tú tiempo para correr a través de la lluvia:
¡TÓMATE TU TIEMPO PARA VIVIR!

Thursday, April 10, 2014

Cuando creías que yo no estaba mirando

Cuando creías que yo no estaba mirando....
...te vi colgar mi primer dibujo en el frigorífico y corrí a hacer otro...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
...te vi poner alimento en la tacita del gato y aprendí que es bueno cuidar a los animales...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
...vi lágrimas en tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, pero que está bien llorar...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
...te vi hacer mi postre favorito y aprendí que las cosas pequeñas son las que hacen la vida especial....
Cuando creías que yo no estaba mirando...
...te escuché hacer una oración y supe que hay un Dios al que siempre puedo acudir y confiar…
Cuando creías que yo no estaba mirando...
... sentí que me dabas el beso de las buenas noches y me sentí amado y protegido...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
...te vi ayudar a un amigo enfermo y aprendí que todos debemos cuidar unos de otros…
Cuando creías que no estaba mirando...
...te vi dar tu tiempo y tu dinero para ayudar a personas que no tenían nada y aprendí que los que más tienen deben ayudar a los que no tienen…
Cuando creías que no estaba mirando...
…te vi proteger nuestra casa y aprendí que debemos cuidar lo que se nos ha confiado…
Cuando creías que no te estaba mirando...
...aprendí de ti las lecciones de la vida que necesitaba: cómo ser una persona buena y productiva...
“Gracias, por todas las cosas que aprendí cuando creías que yo no te estaba mirando”
 
Jesús, dijo a sus discípulos: “dejad venir los niños a mí, que de ellos será el reino de los cielos”
“Muchas veces no damos importancia a lo que dice un niño, nos reímos de sus dichos, cuidado, tal vez Dios quiere decirte algo a través de ellos”

Tuesday, April 08, 2014

ღ Oración de un padre ღ

Dame, Señor, un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuándo es débil, y lo bastante valiente para sobreponerse cuando tenga miedo; que se muestre orgulloso y firme ante la derrota justa, y humilde y gentil en la victoria.
Dame un hijo cuyos deseos no tomen el lugar de las obras; un hijo que te conozca y que sepa que en Ti está la piedra angular del conocimiento.
No te pido que lo lleves por una vía fácil y llena de comodidades, sino por la que tenga el acicate de las dificultades y los desafíos. Que aprenda a plantarse firme en la tempestad y a ser compasivo con los que fracasan.

Dame un hijo que tenga el corazón limpio como el cristal y altitud de miras, y que tenga dominio de sí mismo antes de pretender dominar a otros; que avance hacia el futuro sin olvidar el pasado.

Por último, te pido que una vez que tenga todas esas características, le des también bastante sentido del humor, a fin de que siempre sea un hombre serio, pero jamás se tome a sí mismo con demasiada seriedad.

Te pido que le des humildad para que siempre tenga presente la verdadera grandeza de la sencillez, y que le des la mentalidad abierta de los que han adquirido verdadera sabiduría, y la debilidad que proporciona la auténtica fuerza.

Entonces podré afirmar en voz baja: “No he vivido en vano”

General Douglas MacArthur

Monday, April 07, 2014

Triste carta para mi papá que ya ha muerto

Papá
Esta noche de lluvia me vino el recuerdo de tu voz, de tu ternura, de aquéllas llamadas en el medio de la noche preguntándome como había sido mi día…
y te extrañó mi corazón.

Pegué mi rostro a la ventana, y mis lágrimas suavemente acompañaban las gotas de lluvia que resbalaban en el cristal.

Mis lágrimas caían porque mi pensamiento estaba en ti, papá: en el hombre más maravilloso del mundo, en ese padre bueno que guio mi destino, me tomó en sus brazos cuando el temor de la oscuridad más llegaba a mí… y me abrazaba dulcemente.

¡Ay papito mío!   Te has llevado contigo mi sonrisa y mi alegría, has dejado mi corazón lleno de tristeza, porque fuiste ese motor que me llevaba cada día a luchar por lo que más amaba y hoy que ya no estás la fortaleza se me ha ido… Mi lucha es constante por seguir ese sendero por el cual me guiabas, por ser para ti esa hija perfecta ante tus ojos y que te llenaba de orgullo cada vez que mis metas se cumplían. Y aunque las lágrimas llenan mis pupilas cada vez que te recuerdo, mi ser entero se ha propuesto seguir ese ejemplo que me diste: ser mejor cada día y alimentar este amor que te tengo para que nunca muera en mí tu recuerdo.

Te amo papá,
te amo porque siempre me has enseñado a luchar por mis ideales, porque siempre me llevaste de la mano y a tu lado por ese mundo incierto… por eso hoy, te escribo esta carta y la envío con las aves del cielo para que en ellas te digan cuanto te quiero.

Me haces falta papá
te extraño, te echo de menos,
quisiera que tú aún vivieras.
Te amo, y siempre lo haré.

Carta para recordar y rememorar a mi papá que ha muerto, fallecido pero sigue vivo en mi corazón.

Alcanza tus sueños




Sé firme en tus actitudes y
perseverante en tu ideal.
Pero sé paciente, no pretendiendo
que todo te llegue de inmediato.
Haz tiempo para todo, y todo
lo que es tuyo, vendrá a tus manos
en el momento oportuno.
Aprende a esperar el momento exacto
para recibir los beneficios que reclamas.
Espera con paciencia a que maduren los frutos
para poder apreciar debidamente su dulzura.
No seas esclavo del pasado
y los recuerdos tristes.
No revuelvas una herida que está cicatrizada.
No rememores dolores y sufrimientos antiguos.
¡Lo que pasó, pasó!
De ahora en adelante procura construir
una vida nueva, dirigida hacia lo alto
y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.
Haz como el sol que nace cada día,
sin acordarse de la noche que pasó.
Sólo contempla la meta
y no veas que tan difícil es alcanzarla.
No te detengas en lo malo que has hecho;
camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste,
más bien decídete a cambiar.
No trates que otros cambien;
sé tú el responsable de tu propia vida
y trata de cambiar tú.
Deja que el amor te toque
y no te defiendas de él.
Vive cada día, aprovecha el pasado para bien
y deja que el futuro llegue a su tiempo.
No sufras por lo que viene, recuerda que
"cada día tiene su propio afán"
Busca a alguien con quien compartir
tus luchas hacia la libertad;
una persona que te entienda,
te apoye y te acompañe en ella.
Si tu felicidad y tu vida
dependen de otra persona,
despréndete de ella y ámala,
sin pedirle nada a cambio.
Aprende a mirarte con amor y respeto,
piensa en ti como en algo precioso.
Desparrama en todas partes
la alegría que hay dentro de ti.
Que tu alegría sea contagiosa
y viva para expulsar la tristeza
de todos los que te rodean.
La alegría es un rayo de luz
que debe permanecer siempre encendido,
iluminando todos nuestros actos
y sirviendo de guía a todos
los que se acercan a nosotros.
Si en tu interior hay luz y dejas abiertas
las ventanas de tu alma,
por medio de la alegría, todos los que pasan
por la calle en tinieblas,
serán iluminados por tu luz.
Trabajo es sinónimo de nobleza.
No desprecies el trabajo
que te toca realizar en la vida.
El trabajo ennoblece a aquellos
que lo realizan con entusiasmo y amor.
No existen trabajos humildes.
Sólo se distinguen por ser
bien o mal realizados.
Da valor a tu trabajo,
cumpliéndolo con amor y cariño
y así te valorarás a ti mismo.
Dios nos ha creado para realizar un sueño.
Vivamos por él, intentemos alcanzarlo.
Pongamos la vida en ello y
si nos damos cuenta que no podemos,
quizás entonces necesitemos hacer
un alto en el camino y experimentar
un cambio radical en nuestras vidas.
Así, con otro aspecto, con otras posibilidades
y con la gracia de Dios, lo haremos.
No te des por vencido,
piensa que si Dios te ha dado la vida,
es porque sabe que tú puedes con ella.
El éxito en la vida no se mide
por lo que has logrado,
sino por los obstáculos que has tenido
que enfrentar en el camino.
Tú y sólo tú escoges la manera
en que vas a afectar el corazón de otros
y esas decisiones son de lo que se trata la vida.
"Que este día sea el mejor de tu vida para alcanzar tus sueños"