Hay veces que nos ponemos a pensar que pasaría de nosotros si no tuviéramos a las personas que nos rodean, que sería de nosotros si no estuvieran a nuestro alrededor nuestros padres, hermanos, abuelos, tíos, primos, amigos… Si solamente nos quedáramos solos porque cada uno de ellos desaparecería de algún modo, nos tocaría conocer a nuevas personas, pero sin embargo de forma incierta nada remplazaría lo que ha estado en tu corazón por hace muchos años atrás.
El mes pasado visité muchos estados de mi país Venezuela, algunos tenían costumbre distintas a las que conozco, otros eran lugares fríos y muy turísticos, mientras que otros eran calurosos e igualmente concurridos, veía cada detalle de cada pueblo al que llegaba cada cosa diferente a la que estoy acostumbrada y me di cuenta de algo hoy por la mañana al salir al centro de dónde vivo. Todos los accidentes, desastres, muertes… Son causadas por nosotros mismos, por no tomar precauciones, por no seguir normas, y por no estar atentos a nuestro alrededor, hay muchas personas que manejan diferentes vehículos de trasporte pero que sin embargo, no saben en si como utilizarlos, se saltan semáforos, pasan a gran velocidad, no se detienen cuando deben, y después de todo eso se preguntan porque ocurren tantos accidentes diariamente, esto sólo pasa en algunos lugares del país, en algunos de los lugares que visité tenían normas que si las incumplían debían ser sancionados, pero sin embargo en dónde vivo ese tipo de leyes no llegado y por esos son tanto los desastres diariamente, supongo si aquí llegara eso fueran menos las vidas perdidas en vanamente.
Cuando yo era pequeña no me acuerdo ver tantos carros y motos juntos, de milagro veía unas 5 o más carros al día y si veía 3 motos era muchos, se podía andar en las calles libremente sin tanto miedo a que te robaran sin tanto acoso por vehículos ruidosos que pitan para que te mueva rápido, lo único que veía mucho eran bicicletas y niños jugando muy feliz mente por la calle. Hay momentos en que no nos damos cuenta cuando es que pasa todo tan rápido, un día estas disfrutando tu vida y al otro te encuentras solo con todo lo contrario a esos días que disfrutabas. Se sabe que en este mundo nacemos solos y solos nos iremos pero sin embargo siempre necesitamos de esas personas que te acompañan en el trascurso de tu viaje en esta vida.
Hoy en la mañana escuché un programa en la radio, una reflexión para el día. Decía: nosotros somos presos de nuestra propia vida, somos presos de las costumbre, de la rutina, de la sociedad, de más de lo mismo somos presos, para poder progresar, y ser felices de verdad (no sólo aparentarlo o creerlo nada más, sentirlo de corazón, sentirte que de verdad eres feliz en este mundo) debemos liberarnos, ser libres por nuestra propia voluntad, al principio no será fácil, costara, pero con el tiempo y esfuerzo se lograra. Lo primero que debemos hacer es no dejar todo a la zar dejar de actuar por impulso solamente, expresar lo que de verdad sentimos y no callar por miedo a fallar, si callamos lo que sentimos por miedo a ser rechazados nunca avanzaremos de dónde estamos y siempre estaremos con la duda de lo que hubiera pasado si lo hubiéramos intentado. Siempre imaginar, pensar, ilusionarte, soñar, con tu vida perfecta…
Eso no te lleva a nada, sólo a decirte a ti mismo que no podrás tener las cosas que siempre deseas; no culpo a nadie por hacer eso ya que yo soy así también, nada más esta mañana antes de levantarme y escuchar la radio yo esta imaginándome mi vida perfecta al lado de alguien que me comprendiera y estuviera hay para escucharme, a esa persona que le daría parte de mi amor y que junto a esa persona estaría feliz sin importarme nada más, pero me di cuenta que nada hago con soñar despierta y sólo imaginar, que si de verdad dejo de ser tan ilusionista y sigo mi vida, puede que si dejo de pensar tanto en eso, sigo a delante, trato de hacer lo que quiero de verdad, de no sólo soñar si no que proponerme a cumplirlo, el día que menos espero, sin pensarlo, ese día llegará lo que siempre he quiero, he esperado, y he anhelado.
Casi siempre me ha pasado esto pero aun así no lo había tomado en serio, y seguía con lo mismo de siempre… Antes de escuchar que si no lo piensas mucho pasa, si no lo planificas mucho se da como se quiere, ya a mí me había pasado eso, sin embargo no me había dado cuenta. Siempre que me imaginaba el día perfecto nunca ocurría, pero el día que no pensaba en nada siempre ocurría ese día que me cambia el ánimo para hacerme feliz; ese día que pensaba que me encontraría a esa persona que con sólo verla me hacía feliz todo el día no pasaría, pero sin embargo en el momento que menos pensaba, en el lugar que menos creía y en la hora que menos me suponía me encontraba a esa persona. Eso da a entender que las cosas no son siempre como las esperas, que veces cuando no esperas nada, ni piensas en lo que podría pasar es cuando pasan las grandes cosas que cambian tu vida y te hacen feliz.
En conclusión, no pienses en tu futura felicidad, construye-la, no pienses tanto en el ¿Qué haré mañana? Dios proveerá soluciones. No pienses en que si lo sueño puede hacerse realidad, NO, ve por ti mismo y sin soñar ve y arriésgate a cumplirlo.
Posdata: toma precauciones tampoco es que te vas a lanzar al fondo de un precipicio sin llevar un arnés que te sostenga. Confiar de vez en cuando en quien se lo merece no está mal, sólo que debes mirar muy bien primero para saber quién es de fiar. Perdonar siempre esta primero antes que todo, si guardamos rencor nunca avanzaremos aunque nos lo propongamos.
Si los demás pueden tú también puedes.
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